La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

Unas líneas sutiles planteadas por don Guillermo Pacheco Pulido, gobernador de Puebla, sobre la veda electoral en la que tanto ha insistido parecen decir más de lo que dicen.

Vea el hipócrita lector:

“Queda  estrictamente prohibido, en cualquier posible información, emplear o mencionar los nombres de servidores públicos pertenecientes a anteriores gobiernos”.

La traducción es clara:

Los nombres, por ejemplo, de Martha Érika Alonso y Rafael Moreno Valle no podrán ser mencionados por los funcionarios públicos de su administración.

Este respeto irrestricto a quienes ya no están —y ya no pueden defenderse— habla de un hombre educado en el Derecho.

¿Cuál es el fin?

No contaminar el proceso electoral que ya vivimos.

Sólo alguien con la cultura jurídica de don Guillermo podría plantear algo así.

Es la ventaja de tener en el gobierno a un político de su estatura y de su sensibilidad.

 

 

La Parábola del Perro que Corre Detrás del Auto (a Cada Quien sus Cubas)

Gabriel Hinojosa es como el perro que corre detrás del auto: cuando lo alcanza no sabe qué hacer.

Así se movió —errático, ingenuo, ignorante— cuando llegó a la presidencia municipal de Puebla.

Apenas entró, no supo para qué servía.

Imaginemos la escena: el sombrerero loco de Alicia en el País de las Maravillas se sienta en la silla del alcalde.

Lo primero que hizo fue llamar a su secretaria por el interfón.

Luego pidió un chocomilk.

Más tarde, convocó a sus asesores.

Por la noche quiso una sesión de Cabildo.

Al tercer día aparecieron los ambulantes y ya no lo dejaron en paz.

Bartlett gobernador decidió hacerle la vida imposible.

La nave empezó a hacer agua.

Despidió a Humberto Aguilar Coronado —su director de Gobernación—y nombró en su lugar a Pepe Momoxpan: el amigo con el que iba a ligar gringas, a correr autos de carreras y a fumar marihuana.

Bartlett gaseó con el tiempo a Hinojosa y lo humilló hasta el cansancio.

Fue por esos días cuando Ana Teresa Aranda lo bautizó como “chamaco pendejo”.

Nada fue igual.

Al final, Hinojosa sólo quería una cosa: salir corriendo del Charlie Hall.

Fue como el perro que alcanzó el auto y después no supo qué hacer con él.

Hoy está de regreso —después de varios ridículos— como general de la campaña de otro como él: Enrique Cárdenas.

¿Qué los une?

El afán indescriptible de ser ciudadanos.

Eso quieren a como dé lugar: ser ciudadanos.

El hipócrita lector se preguntará: ¿No somos todos ciudadanos?

En efecto.

Pero ellos quieren perseverar siendo ciudadanos doblemente ciudadanos.

Odian los partidos políticos.

Los detestan.

Se han declarado en contra suya muchas veces.

Odian también a los políticos profesionales.

Defecarían en sus rostros.

No obstante, han vivido de los partidos y de los políticos profesionales buena parte de sus vidas.

Hoy irán juntos contra Miguel Barbosa.

¿Qué los une?

Una ambición desmedida.

El dúo Cárdenas-Hinojosa es como Abott y Costello, esos comediantes estadunidenses que hicieron del ridículo su pan nuestro de cada día.

Preparémonos para los diálogos más hilarantes, como el célebre:

—¿A dónde vas?

—Voy al cine.

—¿Qué vas a ver?

—Quo Vadis.

—¿Qué significa?

—¿A dónde vas?

—Voy al cine, Etc.

Son como el perro que corre detrás del auto y cuando lo alcanza no sabe qué hacer.

Como diría Jorge G. Castañeda: “A cada quien sus cubas.

Es lo más sobrio ante tanta embriaguez.

 

Carlos Meza, Vocero

Miguel Barbosa Huerta no pudo hacer mejor elección al nombrar al brillante  abogado Carlos Meza Viveros como el vocero de su campaña a la gubernatura.

Dueño de una prosa barroca y de un discurso rico en ironía y sarcasmo, Carlos sumará al proceso electoral tres cosas: frescura, polémica e inteligencia.

Faltaba más.

La duda mata:

¿Quiénes del otro lado se atreverán a debatir con él?

 

 

El Teleñeco de Tehuacán

Luis Felipe Hernández Martínez, ex director del DIF municipal de Tehuacán, fue con su novia a un concierto de Molotov.

Todo iba bien hasta que Felipe Patjane, presidente de ese municipio,  ordenó —cual teleñeco aldeano— que Luis Felipe fuera echado del lugar.

Nadie conoce la causa de esa actitud.

De pena ajena.

Más tarde, el ex director del DIF —un joven talentoso— escribió estas líneas en su Twitter:

“Respeto y tolerancia, primordiales en cualquier ámbito de la política, lamentable que el Pdte. ⁦‪@PatjaneFelipe⁩intimide, trasgreda y violen la libertad de los ciudadanos, mediante la Seguridad Pública; Esto no representa a⁦‪@lopezobrador_⁩ ni a la #CuartaTransformación, es traicion.”