La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

Muy mal le fue a Rodrigo Abdala, “súper” delegado en Puebla, en la evaluación que hizo frente al presidente López Obrador hace unos días.

Lo peor de todo es que fue ante el Gabinete ampliado.

Y es que los delegados ya forman parte de dicho Gabinete.

Ahí están, ya lo sabemos, los secretario de Despacho y los directores Generales o similares de las entidades paraestatales de Control Presupuestario Directo.

A partir de la última sesión en Palacio Nacional, los citados delegados o súper delegados o delegados a la baja ya forman parte, pues, de dicho órgano.

En ese contexto se dio a conocer que en todo el país desaparecerán los delegados del IMSS y el ISSSTE.

En dichas delegaciones, los súper delegados tendrán el control absoluto en los estados.

Ya sabemos lo poderosa que puede ser una delegación del IMSS, por ejemplo.

Pues ahora Abdala llevará las riendas.

¿Cómo le hará para llevar su agenda con tamaña responsabilidad?

La delegación del ISSSTE también exige una concentración brutal.

En aras de que las cosas funcionen, los súper delegados tendrán a su servicios a subdelegados en los cuatro sectores económicos.

Ellos decidirán quiénes estarán al frente.

El caso es que en la sesión en Palacio Nacional el presidente le llamó la atención a Abdala porque éste fue el único súper delegado de todo el país que no presentó su programa social para Puebla.

Y a la pregunta “¿por qué no lo hiciste?”, sobrevino la cándida respuesta: “es que no entendí cómo hacerlo”.

Juran los presentes que el presidente se enojó y regañó a Abdala, quien salió de la reunión más pálido que de costumbre.

Mucho poder, sí.

Agenda llena, sí.

Nuevas obligaciones, ufff.

El IMSS y el ISSSTE en la cartera.

¿Podrá con todo esto en los años que vienen?

Hay una desventaja:

Que el presidente no se guarda las cosas y frente a todo el Gabinete ampliado regaña a quien tenga que regañar.