Alejandro Armenta es apapachado entre las viejas prácticas de políticos priistas y el discurso de quien pareciera encabezar una manifestación.

Por: Guadalupe Juárez

El cierre de precampaña de Alejandro Armenta Mier se convierte en un refugio de los que se consideran “los verdaderos militantes” de Morena. Ahí, dicen no apoyar imposiciones y a “oportunistas”, dicen ser los que defendieron a Andrés Manuel López Obrador en las batallas más difíciles.

Alejandro Armenta es apapachado entre las viejas prácticas de políticos priistas –animadores, una cantante, una banda de rock y las arengas, que parecen interminables, de los invitados al templete–y el discurso de quien pareciera encabezar una manifestación. De las porras a través de un altavoz, así como de los lonches con torta y una botella de agua al final del evento.

A los costados del senador con licencia se encuentra Abraham Quiroz Palacios, el primer candidato de Morena al gobierno del estado; el consejero estatal de Morena, Edgar Garmendia de los Santos, así como Eloísa Vivanco y David Rivera Vivanco, madre y hermano de la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco.

La lista de personas allegadas al ex priista es completada por los diputados locales que lo han apoyado, además de un grupo de senadores, que dicen no estar interesados en entrometerse en el proceso interno local, sino en que Puebla sea ejemplo de las prácticas democráticas y el respeto a los estatutos, y no de una imposición.

Y así, él dice adoptar esos reclamos: “No queremos un gobierno que colonice a los partidos. No queremos un gobierno que se apropie de las dirigencias partidistas”.

Es domingo 3 de marzo de 2019. El Zócalo de Puebla está ocupado por cientos de personas con chalecos color vino, a quienes les entregan una gorra de papel para cubrirse del sol. En total, son mil  500 personas.

Algunos llegaron al primer cuadro de la ciudad en rutas del transporte público rentadas y que de no ser por el evento del ex priista no se acercarían a estas calles del Centro Histórico. Otros han caminado varias cuadras desde el barrio de Analco, donde los dejaron los autobuses.

Unos más llegaron guiados por el hermano de la alcaldesa, que lleva extendida una manta con el apellido del senador con licencia. Y que después alzará el puño derecho, como si de una batalla se tratara.

Con Abraham Quiroz, uno de los fundadoresde Morena en Puebla. JAFET MOZ

 

“NO ME HE MANCHADO LAS MANOS”

Armenta Mier presume su experiencia en su participación en campañas. Mientras sus invitados hablan, él aprovecha para dar indicaciones a su equipo, para saludar a quienes se lo piden, para alzar la mano cuando lo mencionan.

Para hacer frente a su pasado en el tricolor, el senador con licencia jura que no se ha “manchado las manos” en ningún cargo que ha ocupado. Promete un gobierno “progresista”, el cual –asegura– logrará con el apoyo de Abraham Quiroz y otros dos hombres, Ramiro León Flores y José Luis Ortega Morales, quienes se inscribieron como precandidatos pero quedaron fuera de la contienda.

El ex priista insiste en que él representa los intereses de las bases del partido y no “como otros”. “Yo sí puedo presumir que mi equipo es de la Cuarta Transformación. Nosotros no estamos desesperados, a nosotros no nos inquieta, como a ellos, contratar liderazgos que han perseguido al pueblo. Nosotros no tenemos dinero, tenemos amigos, tenemos al pueblo”, afirma, mientras ese pueblo recibe revistas de beisbol promocionando la imagen del senador en sus páginas interiores./ Guadalupe Juárez