Las Serpientes
Por: Ricardo Morales / @riva_leo

Una ola de violencia pocas veces vista se ha desatado en la ciudad de Puebla ante la pasividad de las autoridades, quienes no han encontrado una estrategia eficaz para inhibir la acción delincuencial.

Los usuarios del transporte público se han convertido en las principales víctimas de los asaltantes, quienes operan siempre entre las 6 y 7 horas, en algunos casos haciendo uso de la violencia.

Si bien es cierto que la presidenta municipal Claudia Rivera recibió esta situación como herencia de otras administraciones y que también es culpa de la descomposición del tejido social en el que se encuentra el país, hasta el momento, reitero, no se ve una estrategia adecuada por parte de las autoridades para hacer frente a estos embates por parte de la delincuencia.

La ciudad capital se transformó en un foco rojo en materia delictiva, la gente que vive en la cuarta ciudad más importante del país hoy se siente más insegura que nunca, así lo demuestran los datos de diferentes encuestas, donde casi 80% de las personas hoy se sienten más inseguras que hace algunos años.

La titular de la Secretaria de Seguridad Pública, María de Lourdes Rosales Martínez, no ha sido la solución y parece haber sido rebasada por la delincuencia, aunque las autoridades digan que sólo es un problema de percepción, ya que el índice delictivo ha bajado.

Suponiendo sin conceder que así fuera, que sólo sea un tema de percepción, aun así sería preocupante lo que ocurre en la ciudad capital del estado, ya que sus habitantes no se sienten seguros, y no me vayan a salir con la fácil de culpar de todo a los medios de comunicación, que magnifican las cosas.

Creo que la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco necesita replantear la estrategia de seguridad en la ciudad capital, si es que esta existe, y de ahí, comenzar a dar resultados, sobre todo en el tema de los asaltos al transporte público, que ya se salieron simple y sencillamente de control.

Mal, muy mal hacen quienes han encapsulado a la presidenta municipal y le dicen al oído que todo está bien y que la ciudad marcha de maravilla, lo cual no es cierto.

Las cosas van más allá de lo que se puede leer, oír o ver a través de los diferentes medios de comunicación, ya es una tema de percepción ciudadana, ojo.

Como lo señalé en la pasada entrega, el manto protector de López Obrador y bono democrático es tan amplio que ha servido para cubrir los enormes problemas que enfrentan las autoridades municipales de la zona conurbada a Puebla capital, pero quién sabe hasta cuándo este halo de luz alcance para esto.

Tampoco hay que decir que el problema de la inseguridad sea exclusivo de Puebla, ni mucho menos satanizar a la administración municipal de Claudia Rivera Vivanco, pero ya es tiempo de que la alcaldesa comience a apretar tuercas y que su equipo dé resultados.

OTRA PIFIA DE LA SCT FEDERAL

Primero nos dijeron que no existían grabaciones de las conversaciones entre la torre de control y la aeronave (helicóptero) en la que viajaban la gobernadora de Puebla Martha Erika Alonso y su esposo el senador de la república Rafael Moreno Valle y sus tres acompañantes.

Luego nos dijeron que sí existían las conversaciones, pero que estarían reservadas por cinco años, por un tema de seguridad nacional.

Finalmente, tras la intervención del Presidente de la república se dieron a conocer las dichosas grabaciones del último diálogo sostenido por el piloto Coppe y la torre de control, las cuales resultaron un auténtico petardo.

¿En dónde está el asunto de seguridad nacional?, míseros párrafos de algo que casi nadie alcanza a comprender.

De verdad, que alguien le ayude a Jiménez Espriú y compañía, porque de poco le son útiles al Presidente y por el contrario, cada día crecen más las dudas en torno al tema.