Quien en el proceso anterior criticara a los partidos que ahora lo postulan como candidato común a la gubernatura del estado aseguró que en su proyecto no pesarán más los intereses políticos

Por: Guadalupe Juárez

Los restos del panismo que apenas hace unos meses gritaban “Martha gobernadora”, y que hace ocho años vitoreaban “Rafa gobernador”, ahora se desgarran la garganta por un “Cárdenas gobernador”.

Enrique Cárdenas Sánchez intenta apartarse de lo que algún día criticó, pero es eso, lo que precisamente hoy lo arropa en su registro como aspirante a la candidatura común del Partido Acción Nacional, Movimiento Ciudadano y el Partido de la Revolución Democrática a Casa Puebla, y evita que su presentación se apague al igual que su discurso, donde no distingue las mañanas de la tardes.

Las banderas con las siglas del PAN y del PRD, el gallo que le entregan a la entrada del Instituto Nacional Electoral (INE), el templete afuera con menos de 100 personas gritando su nombre y la cercanía con Marko Cortés Mendoza enmarcan su día.

El ex rector de la Universidad de las Américas Puebla luce nervioso, las muletillas hacen evidente que no hila las ideas y sus bromas no surten efecto entre los presentes, a pesar de la lluvia de elogios que recibe de la clase política a su lado, como el dirigente nacional del PRD, Ángel Ávila Romero, y del coordinador nacional de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda.

“Yo quisiera antes que nada agradecerles genuinamente y sentidamente. Les agradezco con mucho sentido, para los órganos y para los institutos políticos no es fácil y por eso en verdad se los reconozco. No es de boca pa’ fuera. Es difícil”, dice al asegurar que en su proyecto no pesarán más los intereses políticos.

Pero afuera, pesan más las formas de los partidos de los que alguna vez renegó, incluso su llegada en una motoneta pasa desapercibida.

Y es que un grupo de panistas se inconforma con su designación como candidato, mientras los simpatizantes del blanquiazul quieren apagar la protesta con más arengas del partido y con el “Cárdenas gobernador”.

“Esta campaña será muy distinta a lo de antes. Haremos el mejor de los esfuerzos desde la sociedad civil”, dice.

Por eso el discurso que ha brindado minutos antes pierde efecto cuando al salir del INE sube a un templete y con micrófono en mano cede a la imagen de cualquier candidato, como todo aquel que hace campaña, con promesas y la mano levantada por quienes antes criticó.

LA SOMBRA DE RMV Y MARTHA ERIKA

Es el PAN que apoyó a Rafael Moreno Valle y a Martha Erika Alonso Hidalgo, pero también su sombra. Cortés Mendoza y Ángel Ávila enlistan cualidades del economista, como que “no tiene cola que le pisen”, que es “respetable”, “intachable”, “transparente” y “capaz”, todo provoca que Cárdenas Sánchez esboce una sonrisa que no es más que una mueca que se desdibuja en cuanto los dos dicen que continuará con el trabajo de ocho años de gobiernos del PAN.

Que consolidará el desarrollo y progreso en el estado que comenzaron Rafael Moreno Valle y que iba a culminar Martha Erika. Pero Cárdenas permanece impávido y no se compromete a hacerlo, no se compromete a seguir, aunque sean los restos de su estructura que ahora lo arropan.