La Mirada Crítica
Por: Román Sánchez Zamora / @RomansanchezZ

Gaby se levantó temprano ese día, el calor no se soportaba, era sofocante el hedor que de los baños salía, constantemente la bomba se descomponía, ya habían cooperado para dos nuevas y seguía la misma desde hacía dos años.

-Ese administrador no tiene llenadera, todo se lo quiere robar, y mira que es para que todo estén en paz, la pipa venderla al doble y aparte cobrar el agua y no poner la bomba que pagamos ya dos veces, pero el que a hierro mata a hierro muere- dijo Gaby muy enojada, recargada en los barrotes de esa celda…

-Tú sí eres brava, como me gustan, así me agradan las amigas-

Gaby, volteo y vio a una nueva reclusa.

-¿Y tú quién eres… qué haces aquí?… vaya que me dormí tan profundo que ni te había olido, porque este lugar difícilmente algo se esconde a mi vista, o a mi olfato… por años me llamaron la cachorra, cachorra de un lobo, pues por su olor sabía quién llegaba a la casa–  dijo Gaby recargándose en la pared que aún se sentía fresca.

-Un día mi abuelo me dijo: hijita… “es mejor tener un buen enemigo, que un mal amigo” por eso al verte elegí este espacio, cerca de alguien que se ve derecha pero fuerte, no me gustan las hipocresías, me gusta lo directo, sin rodeos, así viví siempre y por qué habría de cambiar en estos lugares, que ya conozco y varios…- le dijo la nueva, de espaldas le hablaba y acomodaba sus pocas pertenecías en un pequeño hueco en la pared.

-Sí que sabes cómo son estos lugares, pues una nueva nunca le da la espalda a alguien, menos aún se atreve a hacerlo, sabiendo de los peligros de estos lugares… pero a todo esto… no me has dicho tu nombre- dijo Gaby…

-Gloria… la penca, así me han conocido por muchos años y muchos lugares, desde que nos iniciamos y la banda entonces así como hoy me sigue respaldando- se sentó y miro a Gaby con un aire de tranquilidad en la mirada.

-¿La penca… y eso qué es?-

-Decían que mis piernas eran tan gruesas y fuertes como una penca y por eso desde los 14 años, así me dijeron… y sí, fíjate que muchos vivieron y sufrieron la fuerza de ellas en las peleas que en la calle son algo común- dijo Gloria.

-He pasado tantos años aquí… que han pasado tantas compañeras, entran, se van, y sé de sus vidas, y poco a poco construyo una mía afuera y no logro descifrar cómo podría hacerlo- dijo Gaby.

-Es triste ver cómo se van construyendo las vidas, pues al paso de los años era entrarle o morir de hambre- dijo Gloria.

Gaby pidió unas cervezas, la celadora en dos minutos se las llevo y se la dio a Gloria….-en todos lados es lo mismo, se dice y habla de honestidad y todo está podrido y según salimos readaptados y salimos más hábiles para todo, sí que es una gran escuela la cárcel… vaya y sí que cuesta salir adelante… imagínate, yo de bebé, mi jefa una chica de 16 años pariendo en un hospital y mi padre tomando el dinero para pagar el hospital y llevándoselo para seguir tomando y seguir con las cartas, ya tiene años que no lo veo… pero sus razones tendrá- dijo Gloria, quien se había tomado dos cervezas y su mirada feroz se había relajado.

¿Cómo desear un mejor mundo cuando en este mundo en espacio y tiempo presente se trabaja para seguir dividiendo, en posibles futuros, en futuros donde ni los que plantean están incluidos?

La exclusión social, la exclusión económica, la exclusión de imágenes sociales, son la base del maltrato a los que son diferentes, los que no son como uno… y ellos buscando ser aceptados escudriñan en diferentes grupos sociales hasta que en alguno son aceptados.

El dolor de las infancias, de las juventudes excluidas que hasta les venden nombres de generación “x” o “y,” y diferentes nombres donde según son catalogados y tratan de explicar lo que es evidente, la pobreza y falta de identidad de acuerdo con los tiempos, espacios y medios de comunicación, a la identidad de nación y con esto creen que ya son parte de un grupo, cuando no se han puesto a trabajar en ellos mismos.

El trabajo siguió siendo una castigo y no un medio para transformar la naturaleza y obtener mejores niveles de vida, la separación del trabajo anhelado al mecanizado, al repetitivo que obliga a la sociedad a entrar a una rutina donde ya son sólo un número, y de esto los “Chicago Boys” insertos en la burocracia fueron expertos desde los años 80.

¿Dónde está el modelo de felicidad que los mexicanos anhelan? Ya ni los escritores lo saben, pues nunca lo buscaron como tal, y robustecieron la dictadura perfecta, que ya lo vieron no era sólo de un partido político, era un modo de vida, dentro de un sistema de partidos y una clase hegemónica que desde hace 50 años sigue obteniendo el beneficio y desechando los escombros a los pobres.

-Tuve que ser brava… porque no había de otra, en un mundo de control donde la fuerza del hombre busca imponerse y hasta su razón sobre la necesidad de una mujer-.

-¿Y por qué llegaste aquí?- dijo Gaby… viendo entre los barrotes a las demás compañeras las cuales se refrescaban soplándose con pedazos de cartón.

-Por lo mismo que todas… no importa el delito, importan si tienes dinero para pagar a abogados, a jueces, a todo el que se sienta con derecho de un centavo tuyo, a esos que aparecen en revistas de gente bonita y cuando los ves insertos aquí, más asco te da vivir…. ¿el delito?…eso no existe cuando tienes los conectes- dijo Gloria…

-Nunca vi a alguien sin ganas de vivir-

-Yo nunca viví… mis padres nunca me vieron viva…como te dije… nunca estuvo en sus planes que yo viviera… y algunos morimos desde antes de nacer, dicen que los bebes escuchan y yo creo que escuche tantas cosas que nunca supe del abrazo de un padre y ni un cumpleaños y pues ya paso el tiempo… solo espero lo inevitable-…

Gaby… quedo mirando hacia los ductos de ventilación que desde que llego no habían funcionado y siempre se escuchaba cómo las ratas caminaban entre esas latas viejas…

-No sé qué decirte-

-No me digas nada… sé de tu dolor por tu mirada y como tú…no buscamos lastima… quizá sólo buscamos que nuestro dolor salga por nuestra boca y se haga menos… ya muchos haces en darme la bienvenida… mientras mi familia llega por mí…-

Pasaron dos días…

-Gaby… despierta ya me voy…-

-¿Tan pronto? Está bien… cuídate…-

-Ya vieron tu caso… si gustas puedes venirte conmigo ahora mismo.

-¿Tanto poder tienes?-

-Te lo dije… sólo hay que saber a quién darle su pedazo de pan de estos perros hambrientos y ellos mismos te sacan…- dijo Gaby al darle la mano… para que se levantara.

-¿Y mis cosas?-

-Ya se las llevaron… y ya las quemaron… al salir de aquí es lo más sano… pues nada de aquí vale la pena…- dijo Gloria a Gaby, quien sólo guardó silencio y una lágrima limpió con su brazo…

-No digas nada… ya mucho lloraste por años aquí… vámonos-…

Epilogo

Por dos meses, Gaby se la pasó visitando los lugares de su infancia, y no podía hacerlo sin llorar, los lugares de su juventud, fue a visitar a su hija…

-Estoy lista para entrar al negocio contigo, y te estoy agradecida- le dijo a Gloria, quien solventaba los gastos se su nueva amiga, la cual había iniciado una recicladora desde hace ya 6 años y por no dar una cuota al nuevo director del ministerio de protección ambiental le habían iniciado un proceso…

El administrador del ministerio de readaptación que hacía negocio por todo, un día compró la tan anhelada bomba, a los pocos días fue despedido… y a los tres días fue el recluso 666, no paso dos días en su celda…al ser reconocido por los internos.

Gaby lo había predicho.