Un torbellino de voces que cuestionaban su participación en la guerra sucia donde fue ligado con el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, desquició a Cárdenas y estalló contra la prensa.
Por: Mario Galeana
Veintiséis días de campaña fueron suficientes para que Enrique Cárdenas Sánchez explotara frente a la prensa. El impasible académico llegó a su fin. En su lugar, exhibió a un iracundo candidato que, en un torpe esfuerzo por evadir las acusaciones de una supuesta guerra sucia financiada por el gobierno de Jalisco, terminó manoteando y gritándole a un grupo de reporteros.
El candidato en común del frente PAN-PRD-MC realizaba ayer un recorrido por la Unidad Habitacional San Jorge, al sur de la ciudad. El sol plomizo y unas cuantas caras sonrientes lo recibían a su paso, junto a unas 15 personas de su staff y el bloque de la prensa que cubre su campaña.
Menos de una hora después de iniciado el recorrido, la prensa lo abordó para preguntarle sobre la supuesta guerra sucia que, según el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, es financiada por el gobernador Enrique Alfaro.
De aquel grupo salía un tumulto de preguntas atropellado, confuso, pero de aquella algazara se distinguían las palabras “guerra sucia”, “gobernador de Jalisco”, “campañas negras”.
—Las campañas negras están en otro lado y yo… yo… me tengo que ir —contestaba Cárdenas entrecerrando los ojos.
Pero aquel vocerío no cesaba. ¿Usted sabe esta situación? ¿Lo están beneficiando? ¿Puede responder, por favor? ¿Y la campaña negra? ¡Candidato, candidato!
Cárdenas miraba hacia todas partes, bajaba la vista al suelo y la alzaba de nuevo. En todos lados encontraba sólo teléfonos celulares, cámaras frente a frente. Entonces, al fin, contestó, exultante, con una voz suave acabada en reclamo de quien parecía desquiciado, harto de aquel calor, de aquella gente, de aquellas preguntas, de aquellos teléfonos, harto de todo.
—La campaña negra está en otro lado. Yo soy transparente, ustedes me conocen. De este lado no hay absolutamente. Las preguntas las deben responder del otro lado ¡¿De dónde sacó su dinero?! Vuelvo a decirles, por favor, ¡Díganle ustedes! ¡¿De dónde chingao sacó su dinero?! ¡Nos está robando a todos! ¡No podemos tener a un gobernador que robe!”, gritó.
Tras su declaración, el académico y ex rector de la Universidad de las Américas se abrió paso a empujones entre la medialuna de reporteros que se encontraban entrevistándolo.
Al final de la entrevista —cuya duración fue mínima—, tres solitarios simpatizantes de Cárdenas Sánchez empezaron a proclamar: “¡Gobernador, gobernador!”.
En su edición de ayer, 24 Horas Puebla dio a conocer que la estrategia de comunicación y ataque de Cárdenas Sánchez depende de una terna de empresas fincadas en Guadalajara. Se trata de un holding integrado por Eu Zen Consultores SC, Indatcom SA de CV y La Covacha Gabinete de Comunicación SA de CV.
A través de un comunicado enviado a esta casa editorial, el gobierno de Jalisco negó las acusaciones de Barbosa.
“El Gobierno de Jalisco niega categóricamente ser parte de una guerra sucia en la elección en Puebla. Nos deslindamos de esos señalamientos. El Gobierno de Jalisco y el gobernador no están inmiscuidos en el proceso electoral en Puebla”, reviró la Oficina de Prensa.

