Garganta Profunda
Por: Arturo Luna Silva / @ALunaSilva
Mal y de malas –como diría el clásico–, el PRI se consolida… pero para seguir hundido en el tercer lugar de la lucha por la gubernatura de Puebla. Si todo era cuesta arriba para su candidato, Alberto Jiménez Merino, ahora la situación es verdaderamente catastrófica, incluso con el riesgo de que el tricolor hasta ponga en duda la conservación de su registro.
Y es que en días pasados se quedó sin el único estratega electoral que podría garantizar la conformación de una verdadera estructura electoral para más o menos competir con dignidad en una disputa donde hay un claro favorito: el candidato de Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa.
Por diferencias irreconciliables, Héctor Laug García presentó su renuncia –misma que el 11 de abril se publicó– como secretario de Acción Electoral del Comité Directivo Estatal del PRI, hecho que deja literalmente huérfano a Jiménez Merino, abandonado a su suerte.
Héctor Laug, una auténtica leyenda en la operación electoral, célebre por aquella portada de Proceso donde apareció con chaleco, pistola y urna en manos, se fue harto del desorden, la apatía, la inexperiencia y los conflictos al interior del equipo del candidato, titubeante para la toma de decisiones y bajo el yugo del Góber precioso, también conocido como Mario Marín.
La salida de este personaje, “el último de los mohicanos”, es un duro revés para la campaña del tricolor, cuya militancia sufre de permanente depresión postraumática tras las sucesivas derrotas desde 2010.
Lo peor es que, como ha ocurrido con otros líderes y operadores del PRI, Héctor Laug está a las órdenes de Morena, donde ha sido recibido con los brazos abiertos, pues conocen de sus habilidades en el viejo, pero siempre socorrido, arte de mover votos y multiplicarlos como los panes y los peces.
En su carta de renuncia, fechada el pasado 28 de marzo y dirigida al entonces dirigente estatal, Javier Casique Zárate, el operador Laug afirmó que “los trabajos que se realizaron quedan completos al 100%”, trabajos que ahora hace para Miguel Barbosa. ¡Adiós al PRI!, ¡Hola Morena! Que el último priista en salir apague la luz y cierre la puerta.