Las Serpientes
Por: Ricardo Morales / @riva_leo

Muchas veces, durante la interna de Morena, sostuvimos en este mismo espacio que iba a ser más interesante la lucha por el poder al interior de este partido que la propia campaña constitucional.

Así lo confirma la encuesta dada a conocer el pasado lunes, fecha de inicio de las campañas, por la encuestadora Mas Data, propiedad de José Zenteno, quien se ha caracterizado generalmente por ser muy acertado en sus mediciones.

Mas Data le da una ventaja de 27.7% a Morena como marca en la lucha por la gubernatura, el partido del Presidente de la República tiene 37.8% de preferencia electoral, por sólo 10.1% de parte del Partido Acción Nacional, cuya marca, literalmente, se desfondó en el estado.

El PRI se ubica en la tercera posición con tan sólo 4.3% de las preferencias, pero desde mi punto de vista es el candidato que más oportunidad de crecimiento tiene durante los 60 días que va a durar la campaña.

Los resultados de esta encuesta revelan que se trata de una elección semejante a la de los años 70, cuando el partido hegemónico tenía una mayoría tan aplastante en la preferencia, que hace que prácticamente no exista competencia.

Perdón por ser tan reiterativos, pero no nos equivocamos también al señalar que una vez definida la candidatura al interior de Morena, el resto de la contienda, si bien es cierto no es un día de campo, sí hacen que prácticamente la elección esté definida, algunos dicen que hasta por 15 puntos de ventaja. De ahí que ahora tanto arribistas, verdaderas sanguijuelas, busquen cobijo en las filas del barbosismo, conscientes de que ahorita es la hora de sumar y más tarde llegará la de restar y dividir.

Lo realmente interesante ahora es saber qué buscan el PAN y el PRI en esta contienda y cuál es el juego que se traen todos y cada uno de los grupos que componen a estas fuerzas políticas.

Y lo digo porque muchos piensan que la disputa por el segundo lugar entre PAN y PRI obedece a un tema monetario, así de simple y así de sencillo, las prerrogativas que no dejan de ser jugosas para los dirigentes de estos partidos.

Me explico, el PAN obtuvo este año 38 millones de pesos por concepto de prerrogativas, las cuales “cedió” la presidenta estatal de este partido, Genoveva Huerta, a la dirigencia nacional que encabeza Marko Cortés a cambio de no dejar la posición que actualmente ocupa.

Si el PAN queda en segundo lugar en la contienda, tendrá acceso a una bolsa de recursos, la cual será directamente proporcional al número de votos que obtenga su candidato Enrique Cárdenas en la boleta.

Terminada la elección, Cárdenas Sánchez tomará sus cosas y se irá, difícilmente se ve al ex rector haciendo vida partidista al interior del albiazul y ahí es donde se va a desatar la rebatinga al interior de Acción Nacional entre lo que queda del morenovallismo, entiéndase Jorge Aguilar y Mario Riestra con los Yunques, que creen que se van a quedar con los despojos.

Todo es muy simple, no sólo son las prerrogativas del partido; también está convertirse en la oposición al gobierno de Morena, esto significa concertacesiones y también diputaciones plurinominales y regidurías, aunque ante la pésima actuación de Claudia Rivera como alcaldesa, hay quienes piensan que también pudieran recuperar la alcaldía, lo cual se ve difícil y luego explicaré por qué.

El PRI va por la misma y cuenta con las simpatías de Morena, quienes están convencidos de que es mejor tener al tricolor como oposición “cómoda” para simular un estado democrático.

De ahí que no sea extraño que a pesar de los raquíticos números de Alberto Jiménez Merino, mucho señalemos que quedará en el segundo lugar de la elección.

El ex mandatario Marín recuperará lo que antes fue suyo y su reino no tendrá fin, las candidaturas plurinominales y las regidurías, así como algunas presidencias donde gobierna el tricolor serán para los de su grupo político.

Sin duda, el ex gobernador busca consolidar en Puebla lo que ya en todo México es un secreto a voces, la consolidación del PRIMOR, bajo un solo mando supremo, el de López Obrador. Bienaventurados los que sin ver creyeron, porque ellos será el reino de Morena.