Las Serpientes
Por: Ricardo Morales / @riva_leo

El arranque de las campañas políticas en Puebla para buscar la gubernatura del estado fue como se esperaba, sin mayores sorpresas y con pleno respeto de parte de los contrincantes, quienes mostraron que no hay intención, al menos por el momento, de ir a una guerra de lodo.

Conscientes de que la ciudadanía está cansada de los ataques y de la polarización que se vivió en el pasado proceso electoral, ninguno de los tres candidatos, Luis Miguel Barbosa (Morena), Enrique Cárdenas (PAN) y Alberto Jiménez (PRI) recurrió a la descalificación en el arranque de esta campaña.

Muchos podrán decir que a la contienda política le va a faltar sabor si la tendencia del arranque se mantiene, y puede ser que sí, pero las condiciones tampoco dan para que se presente un esquema de enfrentamiento directo, como el que se dio el año pasado.

La situación es diametralmente opuesta y el propio Luis Miguel Barbosa lo sabe, pues hoy goza de la condición, uno, de partir como favorito y dos, como el hombre cobijado por la estructuras, merced al trabajo político que realizó para atraer hacia su causa a muchos actores que en 2018 no estuvieron con él.

Hace tiempo, durante una entrevista con Efekto10 Noticias, Barbosa se calificó como una “hormiga” incansable, que trabaja todos los días haciendo precisamente política, razón por la cual logró mantenerse vigente pese a que las condiciones para él lucían adversas.

El puntero no tiene que recurrir al ataque y eso se reflejó en el arranque de la campaña en donde el candidato de Morena se dedicó a lanzar propuestas, eso es lo que precisamente le permite su condición de puntero y favorito.

Por si fuera poco, la demostración del músculo fue algo más que efectiva, un Centro Expositor a reventar, lo que dejó muy en claro quién es el dueño de las estructuras, las cuales serán clave en una elección que se espera registre muy baja participación.

En torno al candidato de Morena se aglutinaron personajes como la presidenta nacional de este partido, Yeidckol Polevnsky; el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, así como dos figuras que llamaron la atención, Nancy de la Sierra y José Juan Espinosa, quienes al parecer ya dejaron solo a Alejandro Armenta. También destacó la figura de la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera.

A su vez, sus adversarios Enrique Cárdenas Sánchez, del PAN; y Alberto Jiménez Merino, del PRI, arrancaron de una manera muy discreta, especialmente el ex rector de la Udlap, quien dejó en claro que lo suyo lo suyo no son los eventos de masas, además de que se extrañó la presencia de Marko Cortés, el líder nacional de Acción Nacional, quien dejó solo al abanderado del albiazul, algo sabrá este personaje.

El arranque del académico no fue nada brillante, poca gente acudió a su llamado en el Zócalo de la capital, donde el panismo busca revivir sus antiguas glorias, pero sin duda extrañaron, y mucho, el aparato morenovallista que hacía “magia” en pasados procesos.

El nuevo PAN que se parece mucho al viejo, demostró todas y cada una de sus limitaciones, mucho entusiasmo, pero poco orden y sobre todo una muy pobre convocatoria, aunque hay que decir en descargo de Cárdenas que esto apenas empieza y sus posibilidades se tendrán que medir conforme avance la campaña.

La situación no es fácil para el PAN, partido que cambió de condición de favorito que le daba toda la fuerza de la operación política de Rafael Moreno Valle, a un partido otra vez de ciudadanos entusiastas que tal vez demuestran su inconformidad en contra de la 4T, pero que no dejan de ser sólo una minoría desorganizada.

En tanto, el PRI y su candidato Alberto Jiménez Merino optó por arrancar campaña en la junta auxiliar de Azumiatla, un lugar al sur de la capital de Puebla eminentemente rural y población en su mayoría de origen náhuatl, la cual le debe al ex gobernador Marín el camino de pavimento que hoy une este lugar con la ciudad.

El abanderado por el tricolor dejó en claro que va por el voto “verde” el cual durante muchos años hizo triunfar al tricolor, hasta que Moreno Valle y ahora Morena comenzaron a comerse esa estructura, la cual se ha vuelto raquítica, aunque aún hay una parte leal al PRI.

En el evento, Jiménez Merino contó con el apoyo de dos personajes que se han mantenido leales a este partido, aun es estos tiempos difíciles, Mario Marín y Blanca Alcalá.

El ex gobernador del estado es el principal sostén de quien fuera integrante de su gabinete, mientras que la ex alcaldesa y ex embajadora de México en Colombia puede aportar ideas debido a su experiencia en materia de planeación.

Arrancaron pues las campañas en busca del voto popular, en una elección extraordinaria atípica, la cual se espera vaya tomando forma conforme avance el tiempo.