En los círculos partidistas hay varios grupos que luchan por hacerse del control del instituto político, como el de la dirigente nacional Yeidckol Polevnsky, el del propio ex gobernador de Zacatecas, el de la jefa de Gobierno de CDMX, Claudia Sheinbaum; e incluso el del titular de la SRE, Marcelo Ebrard.
Por: Mario Galeana
En Morena, la importancia del proceso electoral poblano es tal que incluso la reconciliación entre Miguel Barbosa Huerta y Alejandro Armenta Mier refleja la disputa por el control político del partido a nivel nacional.
El coordinador de Morena en el grupo parlamentario del Senado, Ricardo Monreal Ávila, se alzó como reconciliador de una ruptura que él mismo, a través de Armenta Mier y de su suplente, Alejandro Díaz Durán, fraguó en aras de criticar los procesos internos del partido.
¿Y dónde tomó a Yeidckol Polevnsky Gurwitz el pacto de unidad firmado en Puebla? En China. Mientras Barbosa Huerta y Armenta Mier firmaban la paz con Monreal Ávila como intermediario y testigo único, la líder nacional de Morena se encontraba en China, a donde acudió para reunirse con integrantes del Comité Central del Partido Comunista.
Tras el acuerdo entre los morenistas, logrado la noche del lunes 22 en la oficina privada de Monreal Ávila, Armenta Mier se encargó de prodigar en varios medios nacionales la imagen de que la actitud adoptada por su coordinador era el reflejo fiel de cómo deberían enfrentar los dirigentes las rupturas partidistas.
“Lo que hizo el senador Ricardo Monreal es lo que tienen que hacer los dirigentes: dialogar, construir puentes y no murallas, reconocer que lo más importante es que, con humildad y voluntad política, se pueden firmar acuerdos”, dijo.
Barbosa Huerta, mientras tanto, agradeció la intervención de Monreal Ávila. Pero, desde su cuenta de Twitter, trató de incluir a Polevnsky Gurwitz, quien fue su principal promotora durante la contienda interna de Morena y el conflicto que le sucedió.
“Cerrado el litigio por la candidatura de Morena a la gubernatura de Puebla, lo que continúa es el trabajo unitario y el triunfo en las urnas, gracias a Yeidckol Polevnsky (@yeidckol), presidenta nacional de nuestro partido. Necesitamos, como hasta ahora, de tu acompañamiento, liderazgo y fuerza para ganar”, escribió el candidato.
Y Polevnsky Gurwitz leyó el mensaje desde China. Quizá demasiado lejos de todo: de Puebla y de la sucesión en Morena.
EL AJEDREZ MORENISTA
Morena renovará su dirigencia nacional en noviembre. Aunque el partido prohíbe la reelección de los cargos públicos, Polevnsky Gurwitz podría participar en el proceso porque no fue nombrada dirigente nacional, sino que asumió el cargo luego de que Andrés Manuel López Obrador renunciara para convertirse en candidato y, a la postre, en presidente del país.
Monreal Ávila posee un tirador en la contienda: Alejandro Díaz Durán, su suplente en el Senado y un personaje que no forma parte del primer nivel de la cúpula partidista.
Pero en la disputa también ha entrado el grupo político de la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien impulsa a la consejera nacional Bertha Luján. Según algunas versiones, ella figura como favorita en la contienda por haber sido contralora General en el entonces gobierno del Distrito Federal durante la administración de López Obrador.
Ayer, en su columna Serpientes y Escaleras, que se publica en El Universal, el periodista Salvador García Soto reveló que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, podría entrar en la contienda impulsando como aspirante a la dirigencia nacional a Mario Delgado, actual coordinador de diputados federales de Morena.
