Economía, Política y Otros Pecadillos
Por: Michel Chaín Carrillo / @MichelChain

Economía. Mucho se ha dicho del pobre crecimiento económico de nuestro país en el arranque de este año y que, de manera contundente, se refleja no sólo en las perspectivas de los expertos, sino en los datos duros del IGAE y la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) para el primer trimestre de 2019.

Recuperar el dinamismo económico requiere que los gobiernos, municipales, estatales y, desde luego, el federal, sean muy atinados en usar los recursos públicos en acciones que le permitan al país recuperar su empuje y no perderse en proyectos mal planteados u ociosos.

En ese sentido, las notas sobre la cancelación de las llamadas Zonas Económicas Especiales (ZEE), por parte del gobierno federal, me parece un acierto.

Y no, no es que las ZEE sean una mala idea; por el contrario, las más de cuatro mil 300 que existen en el mundo son prueba de que delimitar áreas geográficas para ofrecer infraestructura, personal capacitado, servicios especializados y un tratamiento fiscal preferencial, para atraer inversiones productivas de gran calado, es muy eficaz y beneficioso.

En México necesitamos explorar opciones de ese tipo que, en el corto plazo, permita atraer nuevas inversiones que generen empleos bien pagados y eleven la competitividad de nuestra economía. Desafortunadamente, las ZEE establecidas en la administración del ex presidente Peña Nieto (Lázaro Cárdenas-La Unión, en Michoacán y Guerrero; Coatzacoalcos, en Veracruz; Salina Cruz, en Oaxaca; Puerto Chiapas, en Chiapas; Progreso, en Yucatán; Seybaplaya, en Campeche, y Dos Bocas, en Tabasco) obedecieron a criterios más políticos que técnicos, lo que implicaba gastos exorbitantes en infraestructura para hacerlas funcionales, vías de comunicación para hacerlas accesibles y un largo tiempo de trabajos y gastos antes de que pudieran comenzar a trabajar.

Curiosamente, en su momento, la Secretaría de Economía federal rechazó opciones como las de Hidalgo o Puebla que, por su ubicación geográfica, infraestructura existente, vocación económica, acceso a servicios y mano de obra, podían haber entrado en operación en el corto plazo reduciendo de manera importante la inversión necesaria.

Esperemos que la 4T con los proyectos de la Zona Libre de la Frontera Norte y el Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec no caiga en los mismos errores.

POLÍTICA

Justo a tiempo para las celebraciones del 1 de mayo quedó lista y aprobada la reforma laboral, con lo cual la actual administración federal logra su primera reforma estructural. Con esta reforma, que se comenzó a avanzar desde el sexenio anterior e incorpora criterios internacionales como los de los acuerdos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y los contemplados en la renegociación del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y Canadá, queda claro que es posible el trabajo legislativo colaborativo cuando hay claridad en los objetivos.

Con la reforma desaparecen las juntas de Conciliación y Arbitraje, tanto la federal como las de las 32 entidades, así como el esquema de tribunales administrativos con participación tripartita (empleados, patrones y gobiernos) que durante años caracterizó a nuestro país, para que la justicia laboral se convierta en una atribución del Poder Judicial.

Esta reforma, que también refuerza la creación y operación de centros de conciliación, significará un esfuerzo mayúsculo para que los tribunales puedan incorporar la carga de trabajo que los temas laborales les van a significar, así como la necesidad de crear esquemas de peritos judiciales especializados o de defensoría pública en materia laboral.

Pese a las criticas puntuales que se pueden hacer a la reforma, que desde luego es compleja y perfectible, me parece una señal positiva que las diferentes fuerzas políticas dejen temas ideológicos a un lado, para poner por delante el trabajo legislativo que la realidad, tanto nacional como internacional, impone para que nuestro país pueda seguir compitiendo en los mercados internacionales.

Asimismo, el trabajo legislativo permitió observar a nuevos liderazgos políticos que parecen abordar el tema laboral con un enfoque moderno, que deja atrás el absurdo enfrentamiento entre empresas y trabajadores, para impulsar la lógica de colaboración entre ambos sectores en favor del país.  En ese sentido, un reconocimiento al senador Pedro Haces quien, además de ser amigo de Puebla, mostró temple y liderazgo para sacar la reforma y para poder difundirla de manera adecuada en todo el país.

OTROS PECADILLOS

Escribí esta columna a horas de que Xolos y Puebla se enfrentaran en Tijuana por el último lugar para acceder a la Liguilla del futbol mexicano. Como aficionado, me hubiera gustado ver a mi Franja nuevamente en la llamada “fiesta grande”, pero más allá de lo que sucedió, mi reconocimiento para la directiva, jugadores y, desde luego, el cuerpo técnico de mi Franja que en este torneo superó todas las expectativas.