Economía, Política y Otros Pecadillos
Por: Michel Chaín Carrillo / @MichelChain 

Economía

A cinco meses del arranque de la administración de la 4T y el país está metido en una crisis de confianza que ya afectó la economía y que, en cualquier momento, puede contaminarse con la de inseguridad y reforzarse mutuamente.

Si bien señalar que hay una crisis de confianza es invitar a los dogmáticos de la 4T a que me lapiden con los datos sobre la popularidad del presidente, hay que recordar que una cosa es lo que la política logra a nivel de percepción y otra, a veces distinta, la que sucede en la siempre necia realidad.

Una de las ventajas de los análisis económicos es que, más allá de lo que los agentes digan (la grilla y la política), al momento de tener que decidir en dónde ponen su dinero desenmascaran su verdadero sentir.

De nada sirve decir que te encanta el helado de fresa si, al momento de pedir, decides gastarte tu dinero en uno de chocolate. No importa cuánto hayas defendido las virtudes del sabor fresa: al final, renunciaste a todas las demás opciones para quedarte con el de chocolate y eso es lo que cuenta.

De esta manera se observa cómo los inversionistas, independientemente de todo lo que digan o hagan, están decidiendo no invertir en el país. El indicador de la Inversión Fija Bruta para febrero de este año, que es el gasto que efectivamente se hace en maquinaria y equipo en el país, volvió a caer con respecto al mismo mes del año pasado.

Si bien la caída del 2.0% respecto a febrero de 2018 es de llamar la atención, la falta de confianza resulta aún más evidente al revistar su composición: la inversión en construcción cae 0.5%, la compra de maquinaria y equipo nacional se reduce 10.7% y la compra de equipo de transporte nacional lo hace 4.1%. En el caso de las importaciones la compra de maquinaria y equipo se reduce 5.6% y únicamente la compra de equipo de transporte al exterior crece 11.0%.

Esta falta de confianza ya impacta la economía, pues el Inegi reporta que la caía en la actividad industrial de marzo de 2019, tanto respecto al mes anterior (-1.3%) como respecto al mismo mes del año pasado (-2.6%), la ubica en su peor nivel en 5 años.

Y si están pensando que esto es un fenómeno “fifí” que sólo pasa con los inversionistas, la respuesta es que no: también el consumo está estancado. El Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interno se quedó en un crecimiento de apenas el 1.9% respecto a febrero de 2018, a pesar de los apoyos en efectivo de Gobierno Federal; por si esto fuera poco, y citando el tweet del Subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, lo más sobresaliente del indicador es la caída del 10% en el consumo de bienes duraderos (es decir, aquellos de mayor costo pero que son inversores para las familias).

Sin confianza en el país, no hay inversiones, se reduce el consumo y la economía crece menos.  El circulo vicioso perfecto.

 

Política

¿Como sociedad cómo saber cuándo estamos perdiendo la batalla contra la inseguridad?, ¿a los cuántos asesinatos o secuestros tenemos que encender las luces de alarma?  Creo que la respuesta pasa más por lo cualitativo que por lo cuantitativo:  cuando comenzamos a ver como “normales” comportamientos sociales que antes eran inaceptables, es señal de que estamos perdiendo.

Ya sea un tiroteo en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, una agresión con arma blanca entre estudiantes de un Centro Escolar en la Ciudad de Puebla o el “secuestro exprés” de turistas en cualquier centro vacacional del país, son sucesos que nos rodean de manera cotidiana y a los que cada vez parecemos estar más acostumbrados.

Ver estos sucesos como normales es dejarle el camino abierto a que la criminalidad para que cada vez actúe con mayor dureza y cinismo.  Del mismo modo, dejar que las conductas agresivas que atentan con la vida armónica se normalicen en nuestras mesas, familias, escuelas o centros de trabajo, también es abandonar la cultura de la ética y del imperio de la Ley para que la cultura de la violencia siente sus reales entre nosotros.

Sin duda los gobiernos, municipales, estatales y el Federal tienen una responsabilidad clara e irrenunciable para frenar la espiral de ilegalidad y violencia en la que está el país, pero también nosotros como individuos y familias tenemos una batalla cotidiana para frenarla a nivel cultural.  Por el bien del país, creo que aun estamos a tiempo.

 

Otros pecadillos

¡Que viva la Champions!  Después de dos semifinales de la Champions League electrizantes, donde el Liverpool le dio la vuelta como local a la ventaja que le había sacado el Barcelona en el Nou Camp y donde el Tottenham se reinventó en el segundo tiempo del juego en Ámsterdam para superar al Ajax en el último minuto, quedó lista una final 100% inglesa en Madrid.  Lo que es un hecho es que, independiente de quien se haga de la “orejona” este año, nosotros como aficionados hemos ganado con creces.