Expresó que en el sexenio marinista el estado era más seguro, se apoyaba a todos los sectores productivos y se realizaban obras “chiquitas, medianas y grandes”

Por: Osvaldo Valencia

A dos semanas de que concluya el periodo de campañas y los poblanos vayan a las urnas, el priista Alberto Jiménez Merino aún defiende al ex gobernador Mario Marín Torres, prófugo de la justicia.

El candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al gobierno de Puebla sostuvo que de 2005 a 2010 el estado era otro, por lo que el 2 de junio los poblanos decidirán si fue buena idea invitar al ex mandatario a eventos de campaña.

“Ya se verá el 2 de junio, yo nunca he negado a mis amigos, siempre he sido una gente leal”, declaró a pregunta expresa si fue un acierto o error invitar a Marín Torres a sus actos.

El ex delegado de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) expresó que durante el sexenio marinista el estado era más seguro, se apoyaba a todos los sectores productivos y se realizaban obras “chiquitas, medianas y grandes”.

“La gente expresa que en la administración entre 2005 y 2010, Puebla era otra cosa (…) Hubo muchas obras, chiquitas, medianas, grandes, y hubo tranquilidad, pero sobre todo hubo seguridad, si fue un error o no fue un error, una u otra cosa, el 2 de junio lo estaremos viendo”, remarcó.

Jiménez Merino se hizo acompañar de Marín Torres desde su toma de protesta como candidato a gobernador por el PRI, recibiendo el reconocimiento de la dirigencia nacional del partido como parte de su historia al ser el último gobernador emanado de sus filas.

En las primeras semanas de campaña, el abanderado tricolor fue acompañado por el ex mandatario poblano a los eventos que encabezó en juntas auxiliares de la capital como San Andrés Azumiatla y La Resurrección.

Sin embargo, a partir del 11 de abril el Góber precioso desapareció de los eventos públicos que encabezaba Jiménez Merino, al igual que se desconectaba de cualquier medio de comunicación.

Su exilio del foco público se debió a la orden de aprehensión girada por el Primer Tribunal Unitario con sede en Quintana Roo, contra de él, Kamel Nacif, Adolfo Karam Beltrán y Jorge Sánchez Moreno por el delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho Ribeiro, cometido en 2005.

Cabe recordar que colaboradores cercanos al ex gobernador, como Ramón Fernández Solana ‒su ex secretario particular‒ y Lorenzo Rivera Sosa, acusaron un tinte político en la orden de aprehensión por ser girada en el contexto del proceso electoral extraordinario.

Hace una semana, el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, anunció que la Interpol giró la ficha roja para buscar a los acusados en más de 190 países.