La curiosidad de leer a una nueva voz poblana y la reciente obsesión por conocer lo que están escribiendo las mujeres y hombres de mi generación fueron el incentivo para acercarme a su narrativa.

Entre Libros

Por: Fredo Godínez

 

I

Lo dije en mi reseña pasada, las redes sociales también me han dado grandes y lindas satisfacciones. A través de éstas me enteré de la existencia de la novísima escritora Mónica Rojas, quien había estado en el Museo José Luis Bello y González para presentar su más reciente libro.

Después de leer los comentarios acerca de su novela y de haber sostenido algunas conversaciones con ella a través de Messenger es que tomé la decisión de leerla.

Semanas después –en la cochera de la casa familiar– descansaba en el piso de la entrada un libro proveniente de Suiza.

La curiosidad de leer a una nueva voz poblana y mi reciente obsesión/adicción por conocer lo que están escribiendo las mujeres y hombres de mi generación fueron el incentivo para acercarme a su narrativa.

 

II

Hacia ninguna parte está dividida en tres capítulos más un epílogo y cuenta la historia de Frania, una niña de 16 años, quien narra cómo sufrió los efectos de la guerra en la época de la Alemania nazi

Vista por encima y tomando en cuenta que está basada en una vivencia real, la novela correría el riesgo de convertirse en un panfleto cuyo objetivo principal fuera hacernos reflexionar sobre la niñez y el maltrato que sufren en las guerras. Empero, Mónica Rojas tuvo el atino de seleccionar los momentos más emotivos y relevantes para entregarnos una historia que cumple, consciente o inconscientemente, con las famosas funciones de Prop descritas en su célebre libro La morfología del cuento.

El lector irá caminando al lado de Frania y sentirá como propias cada una de sus vivencias: se enamorará con ella, sentirá soledad, desamparo y fatiga; y, sí, llegado el momento sabrá disfrutar de la paz. Dicho de otra forma, el lector irá evolucionando conforme Frania lo va haciendo a lo largo de la historia. Algo que como lector uno siempre debe agradecer, porque contrario a lo que dice Nabokov en la introducción a su Curso de Literatura Europea, los lectores –en su mayoría– agradecemos encontrarnos con historias que de una u otra forma nos identifiquen, reflejen o confronten.

 

III

Hacia ninguna parte es una novela de viaje, de guerra, de amor y desamor, de triunfos y demasiados fracasos; básicamente es una novela sobre la vida. A pesar de que la novela acontece en un momento determinado de la historia del mundo, bien podrían ser las vivencias de una niña en Siria o en alguna de las partes más violentas de México: Veracruz, Ciudad Juárez o Puebla.

Hacia ninguna parte sin absurdas pretensiones y con precisión toca todos los temas que actualmente nos atañen: la violencia, la inmigración o la explotación.

Y, probablemente, uno de los mayores atinos de la novela es que la historia y el tono de la narración van evolucionando conforme a la edad que va teniendo Frania a lo largo de la novela, dándole así la verosimilitud necesaria.

En momentos atareados –como en los que me encuentro viviendo– uno agradece la aparición de novelas cortas que sean capaces de contarnos grandes historias y nos dejen con la sensación de que no sobró ni faltó una coma.

Y quizá este logro narrativo se deba a la cercanía que Mónica Rojas ha tenido con la literatura de la Generación del Crack.

Hacia ninguna parte es sin duda una novela muy recomendable para entender/comprender desde otra perspectiva lo acontecido en la Polonia de la Segunda Guerra Mundial.

En Hacia ninguna parte el lector podrá descubrir el papel que jugó México en ese momento histórico y la trascendencia que tuvo para algunas personas.

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*Hacia ninguna parte: Mónica Rojas. Caligrama: 2018. España.


 

Su mirada

El 23 de agosto de 1939, mientras los líderes de la Unión Soviética y de la Alemania nazi se reunían en secreto para firmar un tratado y repartirse lo que no les pertenecía, Frania de 16 años, corría hacia su casa ubicada en un pequeño pueblito de Polonia.

¿Quién le iba a decir que aquel día iniciaría la etapa más dolorosa de su vida, que, como los dientes de león, fue soplada por los vientos de la guerra?/ AMAZON