24 Horas Puebla

Candil de la calle

El diputado que repartía gel antibacterial con su imagen, Oswaldo Jiménez, se ofendió por las recriminaciones mutuas en Twitter entre el titular de la Profeco, Ricardo Sheffield y el gobernador Miguel Barbosa por la inacción de la dependencia federal para defender a la gente de los especuladores de precios con el oxígeno.

Mientras, en el Congreso del Estado, el secretario de Salud, José Antonio Martínez decía a diputadas y diputados que los hospitales inflables adquiridos por el exgobernador Tony Gali sólo sirven para mes y medio y, luego de ese periodo, presentan fallas… Qué raro que el diputado Jiménez no se haya ofendido por esa adquisición en el gobierno… de su tío.

¿Será?

 

Se niegan a ver lo evidente en la #4T

La joven promesa en el servicio público de nombre Rodolfo Chávez Escudero, nombrado director en Carreteras de Cuota, mordió el polvo luego de que se le encontraron algunos “pecadillos”.

El cese vino desde la principal oficina de Casa Aguayo, con lo que queda cada vez más claro que a diferencia de los gobiernos de 2011-2017 y 2017 – 2018, la deslealtad y la componenda no son toleradas.

¿Será?

 

Del plato a la boca…

Las huestes de Eduardo Rivera Pérez presumieron la entrega de 3 mil firmas de igual número de militantes en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, para hacer candidato a quien ya fue edil en la capital.

La estrategia parece oportuna… pero: reunir firmas para obtener una candidatura significa, entonces, que en el bolsillo del ex presidente municipal sigue sin caer la candidatura cuando hace una semana se decía que ya había habido “humo blanco”. ¿Entonces?

¿Será?

 

Un mínimo de decencia

La congruencia no es el valor que más distingue a la clase política, sobre todo en periodo de pandemia.

Un mínimo de honestidad política sería que las y los diputados federales de Morena por Puebla se deslinden de la pretensión de querer vacunarse contra el Covid-19, antes que el personal médico, adultos mayores y sectores vulnerables.

Eso no sucederá porque ni decencia ni congruencia, mucho menos inteligencia política. Lo suyo es el agandalle.

¿Será?