El candidato por Juntos Haremos Historia aseguró que mientras su principal rival se tropieza con explicaciones por su beca como investigador y con los números en encuestas, él ya lo tiene noqueado y ha ganado el round.
Por: Guadalupe Juárez
Mientras su principal contrincante utiliza la misma estrategia del lunes para evadir temas polémicos con universitarios, Miguel Barbosa Huerta cambia el juego.
Mientras su principal rival se tropieza con explicaciones por su beca como investigador y con los números en encuestas, Miguel Barbosa da por hecho que ha noqueado y ganado el round.
Ya pasó más de un mes desde que inició la campaña al gobierno de Puebla y el candidato por Juntos Haremos Historia dice divertirse incluso con la guerra sucia en su contra, lejos del extinto conflicto interno en su partido.
Luce confiado y se da el lujo de bromear cuando habla de Enrique Cárdenas, el candidato por el Partido Acción Nacional, que podría decirse es su más cercano competidor.
Ya ha pasado un mes desde que arrancó la carrera por la gubernatura e insiste en que cada vez está más lejos de los otros dos contendientes.
“Vamos muy arriba. Los tenemos noqueados a nuestros contrincantes, están en el piso, no saben cómo reponerse. Ahí por la mañana se levantan medio tambaleantes, dicen algo y vuelven a caer bloqueados. Mientras que el que decían que estaba enfermizo y que se iba a morir anda caminando por todo el estado”, lanza desde la Sierra Nororiental, en el municipio de Atempan.

Barbosa Huerta presume que tiene la campaña “más grande de la historia”, porque estima que en un mes ha reunido en sus mítines cerca de 500 mil personas.
El ex perredista se muestra confiado e incluso desde la distancia da respuesta a lo que su rival de Acción Nacional soslayó en la capital poblana: la legislación de la unión legal entre personas del mismo sexo en la entidad.
“Busquen el amor, encuéntrenlo, todos tienen el derecho de ser felices social e individualmente con la pareja de su elección, de acuerdo con sus preferencias sexuales, de acuerdo con sus gustos, su media naranja”, dice, mientras su rival ha dicho que le corresponde al Legislativo tocar un “tema tan controvertido”.
Y por eso, asegura que toda “autoridad hoy para estar a tono con el pensamiento moderno, tiene que pensar en ser promotor de la felicidad y del amor”.
EL UNIFICADOR
El candidato morenista asegura que trabajará con todos los ediles de cualquier partido político después de la campaña y advierte: “Si no quieren trabajar conmigo y reconciliar, yo me organizo con la gente”.
Lo dice en Ahuazotepec y en Atempan, dos municipios de la Sierra Nororiental donde los gobiernos son emanados del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
“Estas elecciones municipales las ganó el PRI, no las ganó Morena. Hoy Morena es la primera fuerza política en el estado y tiene la obligación política de abrir los brazos y de hacer un proyecto común por Puebla”, explica.

En tanto, reitera que no será el jefe político del estado, que no manipulará la voluntad, que no va a imponer rutas, que va a respetar la pluralidad política de la entidad.
Barbosa Huerta se llama a sí mismo unificador, una especie de actor político que busca que todos los partidos diferentes a los colores vino, verde y rojo con amarillo que hoy lo acompañan, se unan a su campaña. Y así llama al PAN, al PRI y al PRD.
