Bitácora
Por: Pascal Beltrán del Río
Ayer, al cumplirse los primeros cinco meses del periodo presidencial, Andrés Manuel López Obrador dio a conocer el Plan Nacional de Desarrollo (PND) elaborado por su gobierno, el cual, dijo, fue entregado en tiempo y forma al Congreso de la Unión.
Los artículos 25 y 26 de la Constitución describen los lineamientos que debe tener dicho documento.
El primero dice que “el Estado velará por la estabilidad de las finanzas públicas y del sistema financiero para coadyuvar a generar condiciones favorables para el crecimiento económico y el empleo”. Agrega que el PND y los planes estatales y municipales “deberán observar dicho principio”.
El segundo establece que “el Plan Nacional de Desarrollo considerará la continuidad y adaptaciones necesarias de la política nacional para el desarrollo industrial, con vertientes sectoriales y regionales”.
Políticamente, el PND representa un compendio de las intenciones del gobierno en la ejecución de sus políticas públicas a lo largo del sexenio que se inicia.
La actual administración federal entregó un texto de 64 páginas que se ajusta estrictamente a la plataforma electoral que llevó a López Obrador a la Presidencia de la República. En ese sentido, no representa sorpresa alguna, aunque en ningún momento intenta abonar a la reconciliación nacional que ha planteado el Ejecutivo. Se trata, sin duda, de un manifiesto rupturista.
En la presentación del PND 2019-2024 se puede leer lo siguiente:
“En la elección del 1 de julio de 2018 el pueblo de México determinó un cambio de rumbo en la vida pública y en las instituciones. Fue una sublevación legal, pacífica y democrática fruto de una paulatina toma de conciencia; el pueblo se unió y se organizó para enterrar el neoliberalismo”.
Un conteo de las poco más de 18 mil palabras empleadas sirve para revelar las prioridades que tuvieron los redactores del documento.
Resulta interesante que uno de los conceptos más mencionados es el de seguridad, que se repite 65 veces a lo largo del texto, incluso más veces que el de desarrollo, que tiene 60 menciones, incluidas las veces que aparece el título del documento.
Neoliberal o neoliberalismo alcanza 33 menciones, las mismas que la palabra México, dos menos que corrupción o corrupto, y diez más que crecimiento.
Otras palabras o conceptos que se repiten con frecuencia son economía (73), política (57), bienestar (49), derechos (38), salud (31), pueblo (29), instituciones (24), pobreza (21), trabajo (18), mexicanos (17), ciudadanos (16), vida (15), mercado (14), cultura (13), productividad (8), riqueza (8), campo (8) e ingreso (6).
La siguiente fue la frecuencia de las palabras o conceptos incluidos en los artículos constitucionales que dan base al PND: sector/sectorial (37), región/regional (29), crecimiento (23), empleo (20), industria (11) y estabilidad (3).
Por supuesto, el semántico no es el único análisis posible de este documento, que, de acuerdo con López Obrador, está inspirado en el plan del Partido Liberal de los hermanos Flores Magón, de 1906. Habrá que volver sobre él.
Buscapiés
Será difícil alcanzar –en el primer año del gobierno, al menos– el promedio de crecimiento que se propone el PND (4%). El avance de la economía en el primer trimestre de 2019, que dio a conocer el Inegi el martes 30, es prácticamente nulo (-0.2% trimestre a trimestre, o +0.2% a tasa anual).