Por: Redacción
Con el objetivo de coordinar las instancias universitarias para prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género, así como consolidar la cultura con perspectiva de género y establecer mecanismos para garantizar en la BUAP una vida libre de violencia, el rector Alfonso Esparza Ortiz presentó el Protocolo para Casos de Violencia de Género y puso en marcha mesas de trabajo para retroalimentar el proyecto.
Ante la comunidad universitaria reunida en el Centro de Convenciones de CU, Esparza Ortiz aseguró que a la BUAP le interesa promover este protocolo para que las víctimas de violencia de género sepan cómo actuar y dónde acudir; y para que los académicos y administrativos, a su vez, estén informados de qué procede en caso de que una amenaza o una denuncia en su contra.
“Estamos muy comprometidos para que nuestra universidad sea líder en este tema, que realmente se atiendan estos casos, que nadie quede inconforme con las propuestas de solución o con el seguimiento. El objetivo de estas mesas de trabajo es buscar la retroalimentación: que nos digan qué puede proceder, cuál elemento agregar y cómo enriquecer este protocolo. Queremos que sea único y que beneficie en primera instancia a nuestra comunidad universitaria y después sea ejemplo de consulta y seguimiento para otras instituciones”, enfatizó.
Posteriormente, dijo, se creará un grupo de trabajo que dará seguimiento a los litigios relacionados con la violencia de género. “Es algo que se está trabajando con la Facultad de Derecho; así vamos a tener la certeza de que estos casos jurídicos van a tener éxito. Es importante tener abogados con mucho conocimiento del tema y que puedan tener el expediente completo para que se haga justicia a las víctimas de feminicidio que, en nuestra institución, desafortunadamente ha alcanzado a varias estudiantes”, agregó.
Al realizar la presentación del Protocolo para Casos de Violencia de Género, la titular de la Oficina de la Abogada General de la BUAP, Rosa Isela Ávalos Méndez, explicó que los objetivos específicos incluyen identificar a qué personas va dirigido, los espacios aplicables y la competencia que tendrán las instancias y autoridades universitarias, proporcionar mecanismos para conocer, investigar y sancionar las conductas calificadas como violencia de género en términos del protocolo, y facilitar el acompañamiento y la atención psicológica y legal de la persona que resienta alguna de las conductas señaladas.