Para la catedrática del Tec de Monterrey campus Puebla, Maribel Flores, la estrategia emprendida por el candidato por el PRI confunde al electorado al haber contradicciones en su mensaje.

Por: Osvaldo Valencia

El desprestigio del Partido Revolucionario Institucional (PRI), los estragos del efecto Andrés Manuel López Obrador y la inconsistencia de su mensaje, hacen que la campaña de Alberto Jiménez Merino no despegue del tercer sitio en las encuestas.

En 40 días de campaña el tricolor poblano ha optado por una estrategia de proselitismo poco convencional en él: las cargadas en eventos multitudinarios cambiaron por caminatas pequeñas alejadas de la prensa; resaltar la imagen del candidato por encima de la del partido es ahora la prioridad.

Pero las contradicciones en su mensaje, al señalar por un lado que su campaña es “un nuevo comienzo” para el PRI y por el otro haber invitado al ex gobernador Mario Marín Torres confunden y alejan al electorado, considera Maribel Flores, especialista en política del Tecnológico de Monterrey campus Puebla.

“Sin duda tiene que ver la percepción y la imagen que tiene el ciudadano de los partidos políticos, hay un desgaste en la imagen de los partidos políticos y esto afecta al Partido Acción Nacional, al Partido de la Revolución Democrática, afecta al Revolucionario Institucional como principales fuerzas políticas”, comentó.

La politóloga consideró que un factor que desgastó la campaña de Jiménez Merino fue haberse hecho acompañar del ex gobernador Mario Marín, ya que mandó un mensaje de desconfianza.

“Le afecta cuando inicia la campaña hacerse acompañar de Mario Marín porque le generó un mensaje distorsionado a la ciudadanía en función de que básicamente el candidato busca recuperar la confianza, combatir la inseguridad, la corrupción, etcétera, y en ese sentido una decisión tomada al inicio de la campaña pudo mandar un mensaje distinto a los ciudadanos y que por eso les está costando trabajo creerle, la credibilidad desde el punto de vista ciudadano, porque evidentemente hay una incongruencia entre el discurso y las decisiones que toman en la campaña”, detalló.

Durante el primer mes de campaña se mostró una estrategia del priismo por resaltar los atributos positivos de Jiménez Merino sin hacer mención de su procedencia política “porque el candidato, al margen del partido y al margen de las propuestas, por sí mismo es el que va a generar aparentemente atracción y la posibilidad de que voten por él”, explica la académica.

“Aquí creo que se está haciendo un trabajo y un esfuerzo mayor en el candidato porque el problema del partido político es precisamente el desgaste que ya tienen por lo que ocurrió en los años anteriores, no solamente en 2018”, apuntó Maribel Flores.

Por lo anterior, señaló que el abanderado por Morena lleva un mayor reconocimiento ante la gente, pues proviene del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, además de que tienen mayoría en el Congreso de la Unión, Congreso local y ayuntamientos importantes.