La propuesta de la Federación para acabar con la corrupción en el manejo de las estancias, que consiste en otorgar mil 600 pesos mensuales a las familias para el cuidado de los menores, no es tan viable.

Por: Laura Angélica Bárcenas Pozos

Durante los últimos meses se han publicado incontables artículos que ponen en entre dicho la manera como han sido manejadas las estancias infantiles y se habla de los niveles de corrupción que en el manejo de estas instituciones que atienden a los niños de dos meses a cuatro años, hijos de madres trabajadoras; mientras ellas cumplen con sus actividades y que de otra manera no les sería factible estar integradas al mundo laboral.

El tema ha sido puesto en la mesa por la presidencia de la República, dado que ha habido acusaciones sobre corrupción en el manejo de las estancias infantiles y se ha sugerido que los abuelos sean los que cuiden a los menores. Los dueños o responsables de las guarderías consideran que se está atacando a los derechos de los niños y se está afectando a una gran cantidad de madres, ya que no en todos los casos hay corrupción y han sugerido que cierren aquellas instituciones en donde se comprueben malos manejos financieros o abusos. No debemos olvidar que estas estancias han estado en el control de Sedesol.

Parece un tema central, pues muchas madres trabajadoras tienen como opción a las estancias infantiles para el cuidado y primeros aprendizajes de sus menores hijos. Muchas de ellas no tienen quién los cuide o atienda mientras ellas cumplen con su actividad laboral, pues no en todos los casos hay abuelos que puedan cuidar a los menores, como se ha sugerido, además de que los abuelos serían cuidadores, pero no educadores, en todo el sentido de la palabra.  Es necesario tomar en cuenta que los menores tienen un desarrollo psicomotor vigilado, aprenden a comer diversos alimentos, adquieren hábitos saludables, desarrollan buenas conductas y muchas otras cosas mientras están en las estancias infantiles.

Diferentes actores han salido a las calles a manifestarse para mostrar su descontento, también en redes sociales y en otros medios se han manifestado, pero el gobierno sigue afirmando que el nivel de corrupción en las estancias infantiles es muy alto. Hay quien dice que estas afirmaciones se deben a los acontecimientos en 2009 en la guardería ABC Hermosillo, Sonora, donde, debido a las pocas medidas de seguridad de esta estancia infantil y un incendio que se generó en unas oficinas contiguas, fallecieron 49 niños y muchos más quedaron gravemente heridos, sin que nadie del gobierno en turno explicara los acontecimientos, ni hubiera alguien señalado como responsable y mucho menos alguno de ellos fue encarcelado.

Entonces la medida que está tomando el gobierno para terminar con la corrupción en las estancias infantiles es cerrarlas todas y otorgar mil 600 pesos mensuales a las familias de los pequeños para atender sus necesidades, mientras ingresan a la escuela. Pero, ¿qué tanto la medida resolverá el problema? La verdad me parece que probablemente se resolverá el problema de la corrupción, que entiendo no está tanto en las estancias infantiles sino en Sedesol y en la manera como se otorgaron permisos para abrir estas estancias y para mantenerlas.

Aunque seguramente se generarán otros problemas, como la falta de atención y sobre todo formación en esta primera etapa de la vida, que es la base para el desarrollo de una vida futura sana, en cuerpo y mente y seguramente el país en su conjunto tendrá un retroceso en cuanto a las habilidades que los pequeños deben desarrollar y que los preparan para la vida escolar, tanto a nivel psicomotor, como a nivel intelectual. Psicólogos como Piaget señalan que estos primeros años del estadio sensoriomotor y pre operacional son determinantes para alcanzar la madurez necesaria para el desarrollo de la lectoescritura y el pensamiento lógico matemático en los primeros años de la primaria.

Por otro lado, se señala que a este nivel educativo sólo han asistido los hijos de madres trabajadoras y que se está buscando que participen todos los niños, de manera obligatoria, desde los dos meses y hasta los tres años de edad que es cuando los pequeños deben ingresar al preescolar. En ese caso la educación inicial pasaría de estar en manos de la Sedesol a estar en manos de la SEP, que podría estar bien si se mantienen los cuidados que las estancias infantiles (o muchas de ellas) han tenido en el desarrollo de los menores, que no se limita a los temas educativos, sino que se atienden aspectos del desarrollo psicológico, así como corporal e incluso preventivos que son sustanciales para una sana evolución de los menores de cero a tres años y que tendrán un alto impacto en el resto de su vida.

Así que, si el gobierno federal está cerrando un programa, que no ha sido debidamente aplicado y manejado para dar posibilidades a un programa nacional de mejores condiciones para atender la educación inicial para todos los niños mexicanos de cero a tres años, a los que son hijos de madres trabajadoras y también de aquellos que no tienen un madre afiliada al IMSS o al ISSSTE, aplaudiré la medida, pero si esto no sucede así en los próximos meses, tendré que señalarlo enfáticamente, hasta que esta población tenga la atención debida.