En Línea Deportiva

Por: Pepe Hanan / @pepehanan 

Como siempre sucede, el tiempo pone a cada quién en su lugar o, mejor dicho, la información es como los buenos vinos: el tiempo termina por mostrar su autenticidad.

Hace muchas semanas, meses incluso, advertí sobre la intención del señor Mario Mendívil y sus socios por vender la franquicia de los Lobos BUAP; en un par de ocasiones desde la misma directiva intentaron desmentir la versión, la primera vez con una conferencia de prensa en la que aseguraron que eran mentiras y que el equipo permanecería en la Angelópolis al menos un año más y que Paco Palencia seguiría como director técnico para el siguiente torneo; en la segunda, mediante un boletín de prensa en el que invitaban a la afición a no dejarse llevar por rumores y mentiras.

Ello generó que muchas personas (incluso los empleados del club) se confundieran y me tacharan de mentiroso e inventor.

Todo lo publicado era real, así como la intención en su momento de asociarse con la cadena Netflix, a través del señor Alazraki, para que, en caso de no lograr la venta, cambiarle el nombre al equipo y mudarse a jugar al estadio Cuauhtémoc, incluso visitaron a las autoridades de gobernación estatal para explorar si eso sería posible.

La gota que derramó el vaso fue la publicación de que se habían reunido con el cuñado de la señora De la Vega en sus oficinas para cerrar el trato; después de eso vino un silencio sepulcral que derivó en el anuncio proveniente de Ciudad Juárez, donde aseguraban que la operación había tenido éxito y se llevaría a cabo.

Posteriormente, y después de las declaraciones del licenciado Ernesto Ramírez, representante de la BUAP en el tema Lobos, resultó que se pusieron en contacto para asegurarle que le pagarían a la universidad la cantidad de 90 millones de pesos que estaban establecidos en el contrato.

Dinero que, por cierto, ya explicó el rector Alfonso Esparza para qué será ocupado, y en qué, en la universidad. Así lo dio a conocer el sábado por la mañana en la emisión del programa En Línea Deportiva.

El rector aclaró, entre otras cosas, que las fuerzas básicas que entrenan en el Cefor Universitario continuarán trabajando de manera normal y por lo que se refiere a las subcategorías, los jugadores que estén registrados en la FMF tendrán que reportar con quien los nuevos propietarios determinen, incluyendo al equipo femenil.

Dejó en claro que la BUAP no está cerrada a albergar otro equipo de Liga de Ascenso siempre y cuando los gastos corran por parte de los inversionistas y que la universidad facilitaría el estadio y la marca para que la comunidad universitaria pudiera seguir contando con su equipo, aunque no se tiene nada claro al respecto.

Lo que sí aseguró fue que el equipo de tercera división tratará de dar el salto para ir escalando posiciones.

Quedó claro que con el descenso de hace un año la universidad perdió al equipo como tal y sólo por la decisión de la FMF y mediante los 120 millones que aportaron el señor Mendívil y su socios, se pudo mantener el equipo en el máximo circuito, pero sin la injerencia de la máxima casa de estudios estatal ni en lo económico ni en lo deportivo.

Es decir, que la salida del equipo de Puebla es total responsabilidad de Mendívil y compañía.

Quedó claro que después de todo, y como sucede siempre, todo era una cuestión de pesos y centavos donde el interés primordial de estos seudodirectivos era tratar de hacer un negocio, importándoles poco la afición y el futbol en Puebla.

En lo personal, hace un año pensé que al ser poblanos exitosos podrían darle un buen jalón al equipo y que este quedaría en buenas manos.

Recuerdo haber levantado la voz cuando no les querían recibir el dinero en la federación, lo que me costó el repudio en el organismo futbolístico, situación que me tiene sin cuidado, pero me dejó claro que por el futbol uno puede hacer muchas cosas y que la gente simplemente va por la suya sin importar si pasan por encima de quien sea.

Reconozco que me equivoqué con estas personas, pero al final son experiencias de vida.

Me queda la satisfacción de siempre haber informado con veracidad basándome en los datos y la información con la que contaba en el momento.

Aún falta por ver el desenlace final de esta historia y saber cómo queda el futbol en Puebla, pues lo único que detendría la operación es que los de Juárez se echen para atrás o que la BUAP no otorgue la firma que autorice el cambio, pues para que ello suceda, reitero, la empresa de Mario Mendívil debe finiquitar lo acordado en el convenio.

Alguien me decía que Puebla no es apta para dos equipos; en lo personal no lo comparto, lo que falta son buenas estrategias para crear identidad y lograr que el aficionado acuda a los estadios, sin embargo, ello será motivo de análisis para otra ocasión. Veremos si en algún momento la Angelópolis tiene la oportunidad de tener dos equipos y, lo más importante, que sean ganadores.

Nos quedamos con La Franja de Puebla, el equipo tradicional, que tampoco vive sus mejores momentos y que pasa por la incertidumbre, pues se sabe que el próximo año, en mayo, se tomará la determinación de que se lo quede TV Azteca o regresa a sus actuales propietarios

Como sea, esperemos que se logre bajo el mando de El Chelís una buena temporada.
Eso lo platicamos la próxima semana.

Nosotros, como siempre, seguiremos en línea.

Hasta la próxima.