Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo

El Museo Internacional del Barroco, edificio cuyo diseño corrió a cargo del laureado arquitecto japonés Toyo Ito y orgullo de la administración que encabezó el ex gobernador Rafael Moreno Valle, podría ser cerrado debido al alto costo que representa su mantenimiento, lo cual lo hace insostenible.

La nueva gestión que a partir del 1 de agosto encabezará Luis Miguel Barbosa Huerta, no sabe qué destino darle a esta obra, la cual tuvo un costo de más de siete mil millones de pesos.

El problema es que mantener en funcionamiento el museo le cuesta al gobierno alrededor de 28 millones de pesos, dos millones mensuales, por mantenimiento, más el pago de la luz y el agua, lo cual constituye una muy pesada carga para la Secretaría de Cultura y Turismo, de la cual depende este inmueble.

Por si fuera poco, el inmueble ha resultado un verdadero elefante blanco, ya que no ha cubierto con las expectativas que se habían generado tras su construcción, de lograr hacerlo autosuficiente, como lo es la Estrella de Puebla.

El museo forma parte de una serie de polémicas obras que realizó la administración del ex gobernador Moreno Valle, quien a través del esquema financiero conocido como PPS (Proyectos de Prestación de Servicios), presumió haber transformado a Puebla sin un solo peso de deuda, lo cual es parcialmente cierto.

Entre las obras desarrolladas bajo este esquema se encuentra el Centro Integral de Servicios y el Mueso Internacional del Barroco.

De acuerdo con una investigación del portal digital Central, publicado también por Sin Embargo, con información obtenida a través de sendas solicitudes de acceso a la información, se sabe que Moreno Valle planeó su construcción bajo el esquema PPS para construir el museo, cuyo valor es de siete mil 280 millones 933 mil pesos que se tendrán que liquidar en los próximos 22 años con pagos mensuales a la “Sociedad Museo Barroco”, conformada por Concretos y Obra Civil de Pacífico, filial de Grupo Higa, empresa responsable de la polémica Casa Blanca de Enrique Peña Nieto; así como a La Peninsular y Promotora de Cultura Yaxche, vinculadas a la familia de políticos y empresarios priistas Hank Rhon, y otra compañía llamada Operadora y Administración Técnica.

El problema es que la operación del inmueble supera, y por mucho, el presupuesto asignado a diversas áreas de la cultura poblana, pero, además resulta un verdadero hoyo negro, ya que no genera en ingresos ni una tercera parte de lo que se necesita para su funcionamiento.

El equipo legal del gobernador electo Barbosa explora las más diversas posibilidades para tratar de deshacerse de esta pesada carga heredada, pero, al parecer, la salida no será nada fácil, ya que cerrar el inmueble también tendría otro tipo de implicaciones.

El Museo se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad, pero la afluencia de visitantes es mínima y el costo de operación es incluso más alto que el del Museo Nacional de Antropología e Historia.

El destino de la polémica obra está en el aire, ya que, si bien cerrarlo es una opción, también hay quienes creen que se deben renegociar las condiciones del contrato celebrado por la pasada administración y buscar disminuir el costo de operación cerrando salas o, bien, concesionando el inmueble a otros, lo cual también es visto como posibles alternativas.

Lo cierto es que el Barroco, cuya obra estaba destinada a convertirse en el orgullo de Puebla, tiene un destino incierto, pues su altísimo costo de operación hace materialmente imposible en la época de la austeridad republicana que se mantenga de la misma forma como ha operado hasta la fecha.

La nueva administración que entrará en funciones el 1 de agosto busca las salidas jurídicas en el tema, que se ha vuelto espinoso.

Pareciera que el terreno donde se ubica el museo estuviera maldito, ya que en algún tiempo albergó lo que se conoció como Fraude Fantástico, propiedad del empresario Ricardo Henaine, quien obtuvo los terrenos en comodato de la administración del entonces gobernador Melquiades Morales Flores.

El primer acto de la administración de Rafael Moren Valle fue anunciar las acciones legales correspondientes para recuperar el predio por parte de su administración y tras un largo pleito jurídico se obtuvo la posesión del predio en el cual se construyó lo que hoy se conoce como museo del Barroco y el parque Metropolitano.

 

UNA NUEVA DERROTA DEL YUNQUE

La ultraderecha poblana recibió un revés histórico este fin de semana, luego de que, por primera vez desde su creación, perdió el control del organismo cúpula empresarial de Puebla, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Ignacio Alarcón Rodríguez (Taico), ex presidente de la Canirac, derrotó a Herberto Rodríguez Regordosa y le arrebató el control del máximo organismo de representación empresarial de Puebla.

Herberto, hermano de Pablo Rodríguez (presidente del Comité Municipal del PAN), y primo de Francisco Rodríguez Álvarez (todavía secretario de Agricultura), era una extraordinaria propuesta, sin embargo, perdió en la votación celebrada entre los 32 organismos afiliados al CEE.

La derrota de El Yunque es histórica, ya que, desde su creación por parte de Eduardo García Suárez, el CCE había sido únicamente manejado por personajes ligados a la derecha poblana.

El gobernador electo, Luis Miguel Barbosa, puede estar de plácemes, ya se quitó una pierda en el zapato para su administración, lo cual no había tenido ninguno de sus antecesores.