De acuerdo con el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Gabriel Biestro Medinilla, se ha propuesto que las comisiones no dilaten más de 30 días en dictaminar una propuesta de reforma.
Por: Mario Galeana
En el Congreso de Puebla hay mil 183 iniciativas sin dictaminar. El 35% corresponde a proyectos de reforma presentados por los diputados de la LX Legislatura, pero el resto concierne a propuestas promovidas incluso seis años antes.
Hasta ahora, los congresistas locales han analizado y votado sólo 77 de los proyectos de reforma que promovieron desde mediados de septiembre, fecha cuando rindieron protesta. Ellos son, en buena medida, responsables del rezago legislativo, pues las primeras sesiones de la LX Legislatura contaban con 50 puntos enlistados en el orden del día y, aunque las sesiones se extendían más allá de las 17 horas, no lograban desahogar cada proposición.
Sin embargo, 65% de las iniciativas que se mantienen pendientes —en la congeladora, dicta el argot— corresponde a los diputados que integraron la LIX y la LVIII Legislatura. Por enlistar dos ejemplos, de las 767 propuestas de reformas acumuladas, 108 se concentran en la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, y 104 en la de Procuración y Administración de Justicia. Otras 295 fueron turnadas a Comisiones Unidas, es decir, a dos y tres comisiones al mismo tiempo.
Ahora, los diputados locales se encuentran frente al ajedrez de tratar de resarcir el depósito de iniciativas congeladas que provocaron ellos mismos y sus antecesores.
El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Gabriel Biestro Medinilla, ha propuesto que las comisiones no tarden más de un mes en dictaminar una propuesta de reforma.
Además, impuso un acuerdo por el cual en las sesiones ordinarias sólo se presentarán 21 iniciativas o puntos de acuerdo: cuatro de Morena —por ser la bancada más numerosa—, tres del PAN, PRI, PT —cada uno— y tres del bloque formado por PRD, Movimiento Ciudadano y Compromiso Por Puebla; dos para el PES, una para Nueva Alianza, una para el PVEM y una para los cuatro diputados sin partido.
El acuerdo, sin embargo, se impuso ocho meses después del inicio de la LX Legislatura, para entonces, más iniciativas alimentaban la congeladora.

PONEN FECHA DE CADUCIDAD A INICIATIVAS
Para tratar de resolver la misma cuestión, la presidenta de la Mesa Directiva, María del Carmen Cabrera Camacho, ha presentado una iniciativa para incluir el concepto de caducidad en Ley Orgánica del Poder Legislativo.
Con ella, todas las propuestas que no se hayan analizado en un año serán consideradas caducas y, por tanto, desechadas.
“Un Congreso es productivo por el número de iniciativas dictaminadas, no por el número de iniciativas presentadas. La mera presentación de una iniciativa es sólo el inicio del proceso legislativo, que ningún resultado útil tiene, si esa iniciativa no es dictaminada”, argumenta la petista en la proposición.

Incluir en concepto de caducidad no es inédito. En Chiapas, Estado de México, Quintana Roo y San Luis Potosí ya han introducido esta figura dentro de su proceso legislativo.
La iniciativa fue turnada el pasado 19 de junio a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, que ahora suma 109 propuestas pendientes de análisis.
