Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo

Varios aspectos llaman la atención del gabinete que ha comenzado a dar a conocer el gobernador electo de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta.

De entrada, paulatinamente, el ganador de la contienda del pasado 2 de junio comenzó a soltar los nombres de quienes formarán parte de su gabinete, acción poco ortodoxa en política, ya que el futuro mandatario generalmente busca evitar el desgaste de las figuras que lo acompañarán en la administración pública.

Contra la costumbre, Barbosa Huerta ha puesto a la vista de la opinión pública y de los poblanos los nombres de los primeros personajes que estarán con él a partir del 1 de agosto y estos son: Abelardo Cuéllar en la Secretaría del Trabajo; Rodrigo Osorio Díaz en Economía; Guillermo Ruiz Argüelles en la Secretaría de Salud; Melitón Lozano en Educación Pública; Carlos Urbina Tanús, a Infraestructura; Liz Sánchez a Desarrollo Social, y Fernando Manzanilla a Gobernación.

El mensaje es positivo en cuanto a que abona a la transparencia conocer los perfiles de los próximos servidores públicos, no así en el sentido de que se consulte a la ciudadanía o se le tome su opinión, están ya palomeados y se acabó, no son negociables. El Ejecutivo hace uso de su facultad.

Una vez tomada la decisión, analicemos pues los perfiles de quienes hasta ahora han sido convocados por el gobernador electo de Puebla para conocer más acerca de quienes formarán parte de su administración.

Lo que salva, hasta ahora, a este gabinete, es la ratificación de Fernando Manzanilla al frente de la dependencia encargada de la gobernabilidad en Puebla.

Luego de algunas especulaciones que colocaban a Manzanilla Prieto en otros puestos, su presencia en la dependencia de Gobernación da confianza por la capacidad y el conocimiento del funcionario estatal.

Un excelente nombramiento es el del joven Carlos Urbina Tanús, quien puede resultar una muy agradable sorpresa dentro de la nueva administración.

Abelardo Cuéllar es un abogado laborista notable, su designación como secretario del Trabajo se debe leer como un premio a su trayectoria donde destaca la defensa de los trabajadores, incluidos algunos colegas de los medios de comunicación despedidos de manera injusta de sus empresas.

Hombre de izquierda, Abelardo Cuéllar defendió a los burócratas despedidos de manera injustificada por el morenovallismo, ha sido también candidato a diputado y buscó la designación de Morena a la gubernatura en 2018, aunque declinó en sus aspiraciones. Su designación es más que merecida.

Rodrigo Osorio Díaz es un empresario quien aparece como directivo de una empresa denominada Oveja Negra Co, la cual dice distribuir hidrocarburos, lubricantes de marca, gas licuado y gas comprimido, quien estudió en una universidad de Austin, Texas, de las de segunda línea en Norteamérica.

No se tienen ni se conocen más antecedentes de este personaje, aunque ojalá se encuentre a la altura de las circunstancias. Puebla necesita luego de estos casi dos años de incertidumbre un promotor incansable para poder atraer inversiones, no se puede dar el lujo de perder el tiempo ante la competencia externa e interna en la lucha por los mercados.

El doctor Guillermo Ruiz Argüelles es un laureado médico con un patrimonio sólido a través de sus laboratorios y un hombre reconocido dentro de la sociedad poblana, esta puede ser una de las mejores designaciones si el doctor Guillermo Ruiz logra entender que la administración pública es muy diferente a estar al frente de sus empresas.

Deberá enfrentar al burocratismo, pero sobre todo el desabasto de medicina y la amenaza de colapso de este sector, el cual prácticamente se encuentra en quiebra y no basta con ver la condición en la que opera la mayor parte de los hospitales en Puebla.

La designación más polémica hasta el momento recae, desde mi punto de vista, en el nombramiento del aún presidente municipal de Izúcar de Matamoros, Melitón Lozano Pérez, quien académicamente tiene los méritos suficientes para poder ocupar el cargo, con un doctorado en Educación, pero políticamente, se sabe, no es nada hábil.

Habrá que ver si está a la altura para encabezar las negociaciones con el magisterio poblano y nacional, con la sombra de la SEP federal y de Esteban Moctezuma Barragán en Puebla y con la coordinadora acechando a la entidad.

Va a ser muy interesante poder ver si Lozano Pérez está a la altura de las circunstancias, hasta el momento luce como el flanco más débil del nuevo gobernador, ojalá así sea porque más de un millón y medio de almas dependen exclusivamente de que este personaje dé resultados de inmediato.

Liz Sánchez es una joven política que ha comenzado a destacar hasta convertirse en diputada federal, dirigente estatal del PT y ahora estará a cargo de la Secretaría del Bienestar, a nivel local, antes Desarrollo Social.

Liz será la encargada del combate a la pobreza en la administración barbosista y su encomienda será clave para definir las políticas públicas de la nueva administración estatal, saber si Puebla tiene futuro o nos mantendremos como una fábrica de pobres y desempleados.

Este es un análisis a primera vista del gabinetazo barbosista que va a tener todo un enorme reto por delante.

 

LOS SUPLENTES SE SACARON LA LOTERÍA

Benjamín Hernández Lima se apresta para tomar las riendas en la administración pública de Izúcar de Matamoros, en lo que por supuesto será un regalo anticipado de Navidad.

Por su parte, Lizeth Sánchez García dejará en manos de su suplente, Martha Huerta Hernández, la curul en San Lázaro, nada mal para quien no hizo absolutamente nada para merecer esta posición, más que estar en el lugar adecuado y en el momento justo.

SOBRE LA COMISIÓN DE TRANSICIÓN

Queda claro que la comisión de transición que presentó el gobernador electo de Puebla, Luis Miguel Barbosa, ni son todos los que son, ni son todos los que están.