Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo

Poco se ha dicho, pero el priismo y sus grupos fueron clave para el triunfo de Luis Miguel Barbosa en el pasado proceso electoral, es más, fueron definitivos porque terminaron por inclinar la balanza, merced a su capacidad para movilizar estructuras.

Embozados bajo las siglas del PT y el Partido Verde, los operadores priistas como Javier López Zavala, Jorge Estefan Chidiac y Víctor Díaz Palacios se dieron vuelo en la región de Ajalpan, la Mixteca poblana y en la Sierra Nororiental de Puebla para abonar al triunfo de Barbosa Huerta.

En contraparte, el candidato ganador sabe que desde ahora las debilidades de su partido quedaron exhibidas al estar claro que al interior de Morena no existen operadores electorales eficientes, a pesar de estar cobijados por la figura de Andrés Manuel López Obrador y todo lo que significa el presidente de la república.

Es muy interesante el análisis de los números que se registraron en la pasada elección y sirven claramente para realizar una radiografía de las debilidades y fortalezas de la nueva estructura barbosista.

De entrada es evidente que quien será el nuevo gobernador no cuenta con operadores eficientes en la persona de los diputados locales, ya que ninguno de ellos, salvo el empresario Emilio Maurer, pudieron defender su demarcación.

La operación de Morena fue fallida y un claro ejemplo es el trabajo que llevaron a cabo en la capital, quienes el año pasado habían arrasado, si bien es cierto que la alcaldesa Claudia Rivera también tiene su parte de responsabilidad, de igual forma lo es el hecho de que ni diputados locales ni federales hicieron su chamba, de ahí que el trabajo de los priistas sumados al candidato de Morena haya sido clave.

Los priistas sumaron a lo que aún queda de cada uno de los grupos políticos y antiguas estructuras que estuvieron al servicio del que hasta 2010 fuera el grupo hegemónico en la entidad y que también operaron para Moreno Valle en varias elecciones.

Hechos a un lado estos liderazgos por quien fuera el candidato de su partido a la gubernatura, Alberto Jiménez Merino, estos priistas decidieron que ya era la hora de hacer institucional al PRIMOR y se sumaron a Morena, pero ¡oh sorpresa!, no fueron bien recibidos, ya que en muchos de los casos provocaban la crítica directa de la sociedad en contra del partido y del candidato.

Fue entonces que se tomó la decisión de camuflar a los priistas a través de las estructuras del PT y del Verde, donde embonaron muy bien e hicieron el trabajo que en su momento realizó Nueva Alianza, Compromiso Por Puebla y el PSI para el morenovallismo en la contienda pasada.

La estructura zavalista, mezclada con el PT y el Verde, logró muy buenos resultados en la zona de Ajalpan, donde el ex candidato a la gubernatura tiene una importante presencia desde hace ya muchos años, cuando su ex secretario particular Mario Mendoza llegó a ser diputado federal, aunque luego murió en un accidente automovilístico.

En la Mixteca poblana no hay duda de que quien manda es Jorge Estefan Chidiac, quien entregó los mejores resultados de la jornada y recompensando, en cierta medida, todo lo que se perdía en la capital.

Incluso, los operadores del priista chocaron con los de la ex diputada local y ex líder de la CNC, Maritza Marín, quien se sumó de último momento a la campaña del candidato de Morena y también sumó al triunfo de Barbosa.

En la Sierra Nororiental, específicamente en el distrito de Tlatlauquitepec, el tres veces diputado federal Víctor Díaz Palacios se impuso de manera amplia a los operadores panistas y del tricolor en la zona donde barrió en todos los municipios asignados a través del Partido Verde.

La mano de Díaz Palacios no llegó a Teziutlán, ya que ahí la zona fue encomendada al ex priista Jorge Camacho Foglia y al presidente municipal Carlos Peredo, quienes fracasaron de manera estrepitosa.

En San Martín Texmelucan operadores del ex secretario de Desarrollo Social y de la Sedatu a nivel federal, Juan Carlos Lastiri, célebre por haber sido clave en la estafa maestra, apoyaron al PT a través de Roberto Ayala para coadyuvar al triunfo del candidato de Morena.

Esta es la radiografía del aporte priista a la victoria de Luis Miguel Barbosa, con lo cual se confirma que Puebla es un PRIMOR.