Por: Osvaldo Valencia

La jornada electoral de este domingo, en especial la votación registrada en la zona metropolitana de Puebla, dejó varias interrogantes de por qué en menos de un año un partido —Morena— pasó de arrasar con todas las candidaturas en juego a ser de los distritos electorales que menos sufragios le aportaron a su candidato a gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta.

Pese a no estar en la boleta en Puebla capital, San Andrés y San Pedro Cholula, así como Amozoc, los electores tomaron el proceso extraordinario que vivió el estado para evaluar a los ayuntamientos municipales, apuntó Maribel Flores, politóloga del Tecnológico de Monterrey Campus Puebla.

Pese a la insistencia de las autoridades municipales de negar que hayan recibido un voto de castigo, la especialista en Ciencias Políticas apunta lo contrario, pues la percepción de inseguridad y delitos como robo en transporte público, negocios, casa-habitación y feminicidios han ido al alza con las nuevas administraciones.

“Si la ciudadanía se siente insegura y es la primera demanda social que quizás priorizó en su voto el año pasado (2018) y no vio un cambio, entonces ahora vuelve a cambiar, y ese es un voto de castigo”, comentó.

Esta evaluación a las administraciones municipales también se vio reflejada en la percepción social de la gestión de Andrés Manuel López Obrador, que con apenas seis meses de gobierno comienza a mostrar signos de desgaste.

La académica explicó que uno de los errores de la campaña de Barbosa Huerta fue utilizar el mismo discurso —con frases usadas en campaña por López Obrador—, pues no se tendrá el mismo efecto en una población rural que en una urbana y, en teoría, estudiada.

Indicó que en las zonas marginadas la ciudadanía aún mantiene “fidelidad” a la imagen de López Obrador por manejarse como un líder con idea del cambio, situación contraria a la zona metropolitana donde se esperan cambios inmediatos y se evalúa constantemente al gobierno municipal y se culpa al federal.

“Al interior (del estado) ese voto todavía se mantiene porque hay esa confianza en López Obrador, pero es por él, el movimiento y su marca, por eso sabe el candidato por qué hablar con el mismo lenguaje que López Obrador, porque le sirve, porque el ciudadano recuerda.

“En el caso de la capital del estado no le puedes hablar así al ciudadano, tienes que ocupar otro lenguaje, te tienes que conducir de otra manera y tienes que manejarte de forma distinta, entonces por eso hay un castigo porque los niveles de inseguridad en Puebla están creciendo”, detalló Maribel Flores.

ACCIÓN NACIONAL ¿EL PARTIDO O EL CANDIDATO?

En el caso del Partido Acción Nacional (PAN), las lecturas son más complicadas de hacer, apunta la politóloga, pues se combinó la imagen de un candidato alejado de los partidos con la ausencia del liderazgo panista de Rafael Moreno Valle y su estructura.

En los municipios donde el electorado tiene un mayor nivel académico, la campaña del ex rector de la Udlap logró tener un mayor alcance, al punto de obtener una mayor votación.

No obstante, en las zonas rurales el mensaje del académico no llegó por diversas razones: el poco apoyo de los partidos, la falta de posicionamiento de la imagen del candidato y su nula capacidad de generar una estructura electoral.

De igual forma, el discurso cardenista no le sirvió para sumar a su campaña a las estructuras partidistas, pues enfatizó que no tenía relación con ellos.

“Es muy relativo que el PAN se constituya como la primera fuerza política en el estado porque no es lo mismo el PAN con y sin Moreno Valle, no es lo mismo el PAN con y sin los cuadros, que al final si no hubiera sido Cárdenas y hubiera sido otro cuadro panista, no sabemos si hubieran sido los mismos resultados”, dijo.