Por los últimos ocho años, las polémicas algas conocidas como el Gran Cinturón del Atlántico Sargassum, han estado flotando desde el Océano Atlántico tropical
Por: 24 Horas, El Diario Sin Límites
Satélites de la NASA captaron una muralla de sargazo nunca antes vista, pues se extiende 8 mil 500 kilómetros desde África Occidental hasta el Golfo de México.
Por los últimos ocho años, las polémicas algas conocidas como el Gran Cinturón del Atlántico Sargassum, han estado flotando desde el Océano Atlántico tropical.
El año pasado, más de 20 millones de toneladas de algas se dispersaron por todo el mar.
El gerente del Programa de pronóstico ecológico en la sede de la NASA en Washington, Woody Turner, señaló que dichas ilustraciones son una herramienta para detectar esta alga marina: “La escala de estas floraciones es realmente enorme, lo que hace que las imágenes satelitales globales sean una buena herramienta para detectar y rastrear su dinámica a través del tiempo”.
Con la esperanza de descubrir lo que puede estar creando la contaminación de sargazo, investigadores de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad del Sur de Florida (USF), ubicada en San Petersburgo, compararon fotografías desde el 2000 hasta 2018.
http://www.space.com/satellites-spot-largest-seaweed-bloom-on-earth.html?jwsource=cl
Dichos estudios mostraron que la primera vez que se presentaron estas plantas marítimas fue en el 2011, lugar donde no había estado antes, lo que explica que fue una floración en respuesta al cambio de las corrientes del océano.
“La química del océano debe haber cambiado para que las floraciones se salgan de las manos”, explicó Chuanmin Hu, oceanógrafo de la Facultad de Ciencias Marinas de la USF.
En circunstancias consideradas como normales, el sargazo contribuye a una vida marina saludable, cuidando el hábitat de las especies, sin embargo, una cantidad tan grande de esta planta provoca asfixia en los animales marinos.
“Todo está relacionado en última instancia con el cambio climático, ya que el clima afecta las precipitaciones y la circulación oceánica e incluso las actividades humanas. Probablemente, el sargazo está para quedarse”.