Las Serpientes 
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo

La semana pasada, por instrucciones del gobernador electo, Luis Miguel Barbosa, se intervino al Ayuntamiento de Tehuacán que encabeza Felipe Patjane.

Tal y como lo anunció al otro día de su triunfo, quien será el nuevo gobernador a partir del 1 de agosto decidió poner orden en el Ayuntamiento de la Ciudad de las granadas, el cual navegaba en el desorden y la anarquía.

Los nuevos funcionarios que tomaron protesta al cargo en Cabildo son el contralor municipal Ricardo Valladares Martínez; el secretario General, Alejandro Guerrero Martínez; la tesorera María del Carmen Siguiseo Rodríguez; en Ooselite, José Héctor Huerta; en Oosapat, Armando Sánchez, y en Obras Públicas, María Sara Pedroza Rojas; todos designados desde Puebla y con el visto bueno de quien será el nuevo mandatario estatal.

La próxima semana, el Ayuntamiento intervenido será el de San Martín Texmelucan, de Norma Layón, con quien existe un acuerdo para realizar los movimientos, por lo que quedaría sólo Puebla capital, donde el tema es por demás interesante.

 

¿Se va o no se va Claudia?

Un tema que está en la mesa del próximo gobernador  y ha sido asunto de amplio debate, incluso desde la misma campaña, es dejar o quitar a Claudia Rivera de la presidencia municipal de Puebla.

Reitero, ya desde la misma campaña se analizaba el asunto y el costo que podría tener un movimiento de este tamaño.

La idea se abortó, por el alto costo político de hacerlo durante el proceso electoral y también porque no se contaba con el personaje que pudiera sustituirla en el cargo, además de que la suplente de Claudia representa en sí mismo otro problema.

Argelia Arriaga es la suplente de la presidenta municipal, es una activista de izquierda como lo fue su padre y no sería nada fácil convencerla de que se haga a un lado para otro ocupe su lugar. Argelia no es Gerardo Maldonado, quien prefirió no confrontarse con Rafael Moreno Valle y le cedió su lugar a Luis Banck.

Esta serie de acontecimientos hizo que la idea fuera abortada en esos días de la campaña.

Tras el triunfo de Luis Miguel Barbosa, los números que arrojó la capital hicieron que la situación se pusiera de nueva cuenta sobre la mesa, quien será el nuevo gobernador de Puebla perdió casi dos a uno en la capital. Mucho del peso de esa derrota se le adjudicó al pésimo desempeño de la alcaldesa, pero hay quienes incluso sugirieron que se trató de una nueva traición por parte de la edil.

La regidora Rosa Márquez, quien es los ojos y oídos del gobernador electo, registró varias situaciones que le reportó a Barbosa.

Hoy, de nueva cuenta se analiza si es necesario remover o no a la presidenta municipal porque, en caso de no hacerlo, está en peligro la permanencia de Morena en el poder en Puebla capital.

Los números no mienten: Acción Nacional se engalló después del triunfo del 2 de junio en la ciudad más poblada del estado y si hubiera enviado a un candidato más competitivo que Enrique Cárdenas, quizá hubiera ganado la gubernatura.

Lo que se decidió es intervenir su Ayuntamiento, como ya se hizo en Tehuacán y se hará la próxima semana en San Martín. Luego se espera que ocurra en Puebla capital, aunque hay cierta resistencia de la alcaldesa, quien se niega a entregar la cabeza de su secretaria de Seguridad Pública.

El ultimátum está enviado y se espera que la próxima semana haya una respuesta para trabajar en las áreas y los enroques donde la Comuna tiene deficiencias, como Gobernación, Obra Pública y Contraloría, además de Seguridad Pública.

En Obras se busca que exista un esquema bipartito en el cual participen gobierno y Ayuntamiento; incluso, hasta dejando en la ejecución de obras a la Comuna, siempre y cuando muestren eficiencia y disposición a colaborar.

Dos personajes que el nuevo gobernador no quiere ver ni en pintura en el Ayuntamiento son: Roberto Zatarain y Ollin Rivera, quienes han sido ampliamente beneficiados y de los cuales ya hablaremos en otra entrega.