Crónicas marcianas
Por: Zeus Munive / @eljovenzeus 

Desde el inicio de la administración municipal que encabeza Claudia Rivera Vivanco siempre se dijo que estaba infiltrada por el morenovallismo, pero nunca se detalló por quién. De entrada, hay que decir que el verdadero cerebro detrás de la alcaldesa es Andrés García Viveros, coordinador de proyectos estratégicos de la Comuna.

Él fue quien hizo a un lado a Javier Palou y es quien dicta, hace y deshace en el municipio. Y sí, él también trabajó en el sexenio de Rafael Moreno Valle Rosas en el DIF estatal cuando el director era David Rosas Armijo.

No sólo eso, el martes en el portal de e-consulta se dio a conocer que a un grupo de regidores no les gustó el nombramiento de Nadia Mayorga Abarca, quien laborará en la Comuna, directamente con la presidenta municipal. Nadia estuvo con Marta Erika en el DIF estatal y en comunicación social.

¿Quién la llamó al municipio?

Fácil y rápido: Andrés García Viveros, el verdadero vicepresidente municipal, pero aunado a ello hay que apuntar lo siguiente: Nadia Mayorga es esposa de Ricardo Herrera Serrallonga, hermano de Jacinto Herrera presidente del IEE, quien —teóricamente— fue el causante de la derrota de Luis Miguel Barbosa en las elecciones de julio de 2018 ante un supuesto fraude cometido en su contra y para favorecer a Martha Erika Alonso.

Pero si aún no nos cae bien el veinte de cómo está metido el morenovallismo en la Comuna, Ricardo Herrera, el esposo de Nadia Mayorga, es actualmente director de Relaciones Internacionales del Ayuntamiento de Claudia Rivera Vivanco.

Falta decir que Mónica Pérez es quien le lleva la agenda a la alcaldesa, trabaja en la oficina de presidencia y también trabajó de lleno en el DIF estatal con David Rosas Armijo.

Una de las razones por las que Andrés García Viveros se presenta solo como Andrés Viveros y omite su apellido paterno es porque quiere pasar inadvertido y que se le detecte su relación con Rosas Armijo y Martha Erika Alonso en la nómina del morenovallismo. Ya que tiene amplias relaciones con ese grupo político venido a menos.

Los morenovallistas aún lo buscan, le llaman, le consultan. ¿Recuerdan que Rosas Armijo era de los coordinadores de Enrique Cárdenas Sánchez en la reciente contienda electoral?

¡Eureka! García Viveros era una gran fuga de información del Ayuntamiento que llegaba al búnker panista en la contienda electoral.

Un dato más para alimentar nuestro optimismo: Alejandro García Viveros es hermano de Andrés y se ostenta como director de medios digitales en Comunicación Social ¿De dónde creen?, pues del honorable Ayuntamiento capitalino. Es decir, los bots, troles, cuentas falsas son creadas por esta área. Y como ya se había dado a conocer, la novia de García Viveros, Pamela Galindo Jiménez, hermana de Iván Galindo, el asesor de Claudia Rivera, además de trabajar en el DIF estatal en el sexenio pasado, también fue promotora del voto de… así es, Martha Erika Alonso en 2018.

Obviamente, los regidores de Morena desconocen todo esto y que la gente de García Viveros trabajó —y aún ¿trabaja?— para el morenovallismo. Si preguntan si es que la alcaldesa lo sabe, por supuesto que lo sabe porque la administración ya se la dejó al amigo de toda su vida y él hace lo que se le antoje en ese municipio. Sería muy bisoño pensar que ella ha vivido engañada todo este tiempo.

Claudia Rivera le lleva las contras en todo al gobernador electo y esto sólo es un área, pues así como dimos a conocer la semana pasada que en el DIF municipal han despedido al menos a nueve personas identificadas con Barbosa y avaladas por Benigno Romano Romano así como por Guillermo Contreras Vergara y por Cindy Alejandra Ibarra Rivera, de quien dicen es prima de la alcaldesa poblana, pues qué puede esperar el próximo mandatario.

Ahora entienden por qué la familia de Rivera Vivanco se apostó primero por Alejandro Armenta Mier y ahora por Bertha Luján, enemiga acérrima de Yeidckol Polevnsky.

Lo único que hay que reconocerle a Rosas Armijo es qué bien tiene infiltrado el Ayuntamiento capitalino. Felicidades, han pasado nueve meses y nadie se había percatado de todo lo que venían haciendo contra Luis Miguel Barbosa.