Reestructurar las corporaciones, proyecto de Miguel Barbosa, supondría abatir brechas de género, incrementar pagos y capacitación.
Por: Mario Galeana
El proyecto de reestructurar las policías en Puebla propuesto por el gobernador electo Miguel Barbosa Huerta supone un complejo trabajo que incluye abatir la precaria labor de las corporaciones, así como las brechas de género y la falta de profesionalización en la materia.
De acuerdo con el Inegi, 37% de los ocho mil 77 integrantes de las distintas corporaciones policiacas percibía cinco mil pesos o menos al mes.
Puebla es la quinta entidad del país con los salarios más bajos para el personal que ejerció la función pública, de acuerdo con el Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegaciones 2017.
Menos del 1% de todos los funcionarios percibía más de 20 mil pesos. En cambio, el 34% de los devengaba más de cinco mil pero menos de 10 mil pesos, otro 26% ganaba más de 10 mil pero menos de 15 mil pesos, y un 2% recibía más de 15 mil pero menos de 20 mil pesos.
Los salarios en Puebla para las corporaciones policiacas son ínfimos si se les compara con los de Baja California, entidad en la que el 50% del personal de seguridad pública recibe entre 15 mil y 20 mil pesos.
A finales de 2018, una encuesta titulada “¿Qué piensa la policía 2018?”, cuya elaboración corrió a cargo de la organización Causa en Común, reveló que la mitad de los policías del país reconocían que existía corrupción en sus corporaciones, pero atribuían este problema a los precarios salarios que recibían por su labor.
El Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegaciones 2017 no sólo exhibe los bajos salarios en Puebla para estos trabajadores, sino que revela un agravante adicional: la desigualdad salarial entre hombres y mujeres.
En la Policía Preventiva, por ejemplo, no había una sola mujer que recibiera un salario superior a los 20 mil pesos hasta el cierre de 2016. Pero entre hombres los salarios tampoco son holgados: apenas 17 integrantes de esta corporación ganaban más que eso, y sólo uno dijo que percibía entre 50 mil y 55 mil pesos mensuales.
La Policía Preventiva agrupa al 80% de todos los funcionarios censados por el Inegi, pues en ella laboran 6 mil 493 personas.
El 41% de los policías preventivos, hombres y mujeres, ganan menos de 5 mil pesos. Esto significa que al día su salario no rebasa los 167 pesos.
EL NULO TRABAJO DE PROFESIONALIZACIÓN
Además de la precarización del salario, el gobernador electo deberá enfrentar el rezago en materia de profesionalización que cargan todas las corporaciones policiacas.
El INEGI considera 13 principales temas de capacitación, entre los cuales destacan el uso legítimo de la fuerza, prevención del delito y participación ciudadana, derechos humanos y garantías individuales, cadena de custodia, entrevistas a testigos, primer respondiente, preservación del lugar de los hechos y la reforma al sistema penal.
La mitad de los policías preventivos recibió la capacitación de primer respondiente. Pero la capacitación se desploma en cualquier otro rubro.
Por ejemplo, en uso legítimo de la fuerza sólo se encuentran capacitados mil 2 policías preventivos, 19 de tránsito, cuatro administrativos, 26 de agencias municipales, 15 de direcciones generales y 14 de otras corporaciones.
A esto se suma la falta de integrantes de las policías en todo el estado. Hasta marzo de este año, el gobierno local reconocía que había un déficit de dos mil 500 policías.
El secretario de Seguridad Pública, Manuel Alonso García, atribuyó este déficit a que los aspirantes no logran acreditar las pruebas del control de confianza, que mide tanto el grado de probidad de los funcionarios como su nivel de profesionalización: dos puntos ciegos para las corporaciones del país.
