Por: Staff 24 Horas Puebla

La Sierra Norte de Puebla enfrenta una severa crisis en el rubro de silvicultura, pues sólo el municipio de Zacatlán entre 1985 y 2017 perdió 21 mil 262 hectáreas de masa forestal, lo que equivaldría a 70 veces el área de Piedras Encimadas o 30 veces el bosque de Chapultepec.

De acuerdo con un estudio de la Cooperación Alemana (Deutsche Zusammenarbeit), basado en las cartas de uso de suelo y vegetación del INEGI, ha disminuido la extensión de los bosques, ya sea por deforestación, tala clandestina o terrenos de cultivo.

Actualmente la situación no es buena para el equilibrio ecológico, porque para el cuidado de los bosques los municipios no cuentan con el apoyo del gobierno federal.

La Comisión Nacional Forestal (Conafor), encargada del cuidado y fomento de este rubro, enfrenta una crisis en su personal, ya que el nuevo gobierno redujo su plantilla laboral pues de 10 técnicos sólo quedan dos, además de carecer de recursos para hacer recorridos.

Por lo anterior, los taladores clandestinos devastan hectáreas completas de árboles. Asimismo, la Policía Rural no tiene el apoyo suficiente para enfrentar o denunciar a estas bandas.

El Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Puebla pasa por la misma situación: reducción de personal y sin recursos para atender las plagas que invaden los pinos de la región.

De acuerdo con Viviana Aldana Díaz, doctora en Fitosanidad y Fitopatologia, al año se pierden 750 hectáreas boscosas por hongos que atacan principalmente a los pinos.

Las zonas más afectas por la pérdida de masas son: Tlalixtlipan, Camotepec, Las Lajas, Palos Caídos, San Miguel, Tetelancingo, la zona de la barranca, el ejido de Eloxochitlán y Poxcuatzingo.

Sin embargo, Conafor ha suspendido la entrega de árboles, como anualmente se hacía y lejos de apoyar la reforestación, se ha convertido es una oficina de recepción de trámites sin posibilidad de apoyar la recuperación de las zonas verdes.