Luego de las acusaciones de los padres de la joven de que hay inconsistencias para que el hecho se indague como un feminicidio, la dependencia, a través de un comunicado, refutó los dichos de los familiares.
Por: Guadalupe Juárez
La Fiscalía General del Estado (FGE) rechazó que postergue las indagatorias sobre el caso de Zyanya Estefanía Figueroa Becerril y aseguró que ya investiga con perspectiva de género, además señaló que sí ha permitido el acceso a la familia a la carpeta de investigación.
A través de un comunicado, indicó que las diligencias están a cargo de la Unidad de Contexto y Análisis de Actuaciones en Delitos contra la Mujer y afirmó que en el encuentro más reciente se entrevistaron con Martín Figueroa, padre de la joven, quien les autorizó el acceso a los dispositivos de Zyanya para continuar con las investigaciones.
“La Fiscalía ha entrevistado a los progenitores y a familiares cercanos para continuar con actos de investigación que coadyuven a esclarecer la muerte de la joven.
“La investigación sigue abierta y la Fiscalía General del Estado continúa allegándose de datos de prueba para el total esclarecimiento de los hechos”, apuntó.
El lunes pasado, 24 Horas Puebla publicó que los padres de la médico residente del Hospital para el Niño Poblano —hallada muerta en su departamento en mayo de 2018—, Patricia Becerril y Martín Figueroa acusaron que la FGE tomó como prueba eminente del suicidio de su hija una supuesta carta póstuma, a la cual con recursos propios le practicaron un peritaje en grafoscopia, misma que arrojó que la letra no correspondía a la de su hija.
Tras reunirse con Higuera Bernal en marzo del año en curso, les prometió que investigarían el caso con perspectiva de género, es decir, que tomarían en cuenta que pudo tratarse de una muerte violenta.
Sin embargo, consideraron que a más de un año del fallecimiento de su hija no habían notado ningún avance en la investigación y acusaron que inclusive mantenían la misma línea de que se trató de un suicidio, pues los sometieron a una necropsia sicológica para conocer el entorno familiar de la joven sin tomar en cuenta los indicios que ellos encontraron por su cuenta.
Además del texto póstumo falso, Patricia y Martín denunciaron que el agente del Ministerio Público “echó a perder” una prueba de sangre en la que detectarían si había sido inyectada por alguna sustancia que se encontró en su departamento.
A lo anterior se suma que un médico legista detectó que las heridas en las muñecas de la joven eran póstumas, cuando el informe del ministerial que llegó al lugar de los hechos, reportó que eran producto de que se había querido quitar la vida, pero que se “acobardó”.
