Por: Guadalupe Juárez

El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política en el Congreso local, Gabriel Biestro Medinilla, consideró que los hechos registrados el miércoles se deben al hartazgo de la población ante los niveles de inseguridad e impunidad en el estado.

Por lo anterior, descartó que se realice alguna reforma legislativa para incrementar los castigos contra quienes participen en linchamientos.

“Ese no es el problema, porque (aumentar sanciones) sólo atacaría el efecto y hay que buscar la causa de estos problemas, esto tiene que ver con inseguridad, impunidad, es cierto que la gente ya no confía en las autoridades”, dijo.

Sin embargo, aseveró que no por estas condiciones consentirán un acto barbárico como el asesinato de siete personas a manos de habitantes de Cohuecan y Tepexco.

“Entendemos el hartazgo de la gente, pero esas cosas no pueden suceder, yo nada más diría que hay que tener confianza en que las cosas van a cambiar, se está poniendo todo por parte de los tres poderes y de los tres niveles de gobierno”, agregó.

También indicó que es necesario esperar los cambios a la ley de seguridad y si en esta se contempla reforzar las facultades de la Policía Estatal para este tipo de eventos.

En este sentido, defendió el actuar de las autoridades el pasado miércoles al replegarse y no utilizar la fuerza pública ante más de 180 personas que evitaban el rescate de las cinco personas que tenían retenidas antes de lincharlas.

“El fuego no se puede combatir con fuego, tenemos que cortar esa espiral de violencia, si se hubiera actuado de otro modo las consecuencias habrían sido peores”, opinó sobre la actuación de la Secretaría de Seguridad Pública y la Guardia Nacional, cuya presencia no evitó que aumentara a siete el número de linchados.

Biestro Medinilla reconoció que los protocolos para el manejo de este tipo de situaciones fueron rebasados y reiteró que la solución es la aplicación de la justicia pronta y expedita, además de investigar si en realidad las personas a las que les arrebataron la vida se dedicaban a cometer ilícitos, y de ser así, desarticular las bandas delictivas en la región.

De acuerdo con México Evalúa, Puebla registra un nivel de impunidad de 90.7%, de los más bajos del país, pese a ello es el segundo estado considerado como foco rojo en linchamientos, según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).