Bitácora
Por: Pascal Beltrán

En el monólogo final de la aclamada serie de televisión Chernobyl, el protagonista, el científico Valeri Legásov, dice que la verdad siempre está ahí, la veamos o no, la queramos conocer o no, y que a la verdad no le interesan nuestras necesidades, gobiernos, ideologías o religiones.

“Cuando la verdad ofende –agrega–, se miente. A veces al punto de no recordar que la verdad sigue ahí. Pero ella permanece, y cada vez que se miente se incurre en una deuda con la verdad”.  

Estas palabras me vinieron a la mente cuando, después de escuchar la versión del secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, sobre el desabasto de un medicamento contra el cáncer –lo cual había sido denunciado por padres de niños que tienen esa enfermedad–, supe que todo lo que el funcionario declaró a los medios no era cierto.

El doctor Alcocer dijo que la suya no era una simple opinión, sino una “opinión técnico-médica” y sostuvo que el medicamento en cuestión, metotrexato, podía ser sustituido por otros compuestos para dar el mismo resultado, y que no era grave que un paciente se saltara una dosis. “No hay ninguna urgencia”, sostuvo.

Sin embargo, horas después entrevisté en Imagen Radio a un especialista en el tema, el oncólogo pediatra Carlos Leal, del Instituto Nacional de Pediatría. Y si bien dijo que no había escuchado la declaración del secretario de Salud, Leal me aseguró que era incorrecto decir que el metotrexato podía ser sustituido por otro medicamento y que no aplicar la dosis, el día y a la hora establecidos en el protocolo del paciente, podía poner en riesgo la curación.

“No tener metotrexato para hacer frente a la leucemia –agregó– es como si usted no tuviese un micrófono para hacer su programa de radio. Si yo fuese padre de un niño con cáncer estaría al frente de las manifestaciones que hemos visto”.  

Luego, informó que, dado que la patente del metotrexato había vencido hace más de 20 años, el precio de este medicamente es relativamente barato –unos dos mil pesos el gramo–, comparado con otros compuestos para tratar el cáncer.

—¿Se podría traer fácilmente del extranjero si no estuviese disponible en México? –le pregunté.

—No sería la primera vez que eso sucede.

Al final, el metotrexato llegó ayer por la tarde al Hospital Infantil Federico Gómez. Es difícil de entender que el gobierno se haya enredado como lo hizo en un asunto que atañe a la salud de niños mexicanos. Pero la verdad siempre está ahí y, al final, resulta más costosa la mentira.



 BUSCAPIÉS

Veracruz se acerca al millar de homicidios dolosos este año. Un estado donde la violencia está fuera de control y donde el gobernador parece más interesado en pelearse con el fiscal estatal que en hacer su trabajo. Es, entre otras cosas, el estado más peligroso para ser mujer y para ser periodista.

La masacre del martes por la noche en un bar de Coatzacoalcos viene a confirmar que no hay una estrategia para hacer frente al crimen y que no se alcanzarán las metas de reducción de homicidios que se prometieron a principios de sexenio. El que el gobernador mienta para cubrirse es mala señal.

De acuerdo con Cuitláhuac García, el responsable de la matanza fue Ricardo Romero Villegas, alias La Loca, un presunto delincuente detenido en julio y “liberado en menos de 48 horas” por la Fiscalía estatal. Lo cierto es que fue la FGR la que lo tuvo en sus manos, y el propio Romero niega en un video su participación en el crimen.

Por más que se quiera culpar al pasado de la incidencia delictiva, Coatzacoalcos y Minatitlán, el municipio vecino, son gobernados por Morena, lo mismo que el estado y el país. El sur de Veracruz es también la zona donde se estrenó la Guardia Nacional, a raíz de otra matanza, en abril.