El máxima órgano de gobierno de la institución determinó que los 400 millones de pesos provienen de fondos propios.

Por: Humberto Pérez Rodríguez

El Consejo Universitario de la BUAP determinó que el rector Alfonso Esparza Ortiz no desvió recursos públicos hacia el equipo Lobos y que la inyección de 400 millones de pesos, que reveló un diario deportivo nacional, provino de los fondos de la institución.

Luego de denunciar que la venta del equipo a un grupo de empresarios de Ciudad Juárez para convertir a la franquicia en Bravos era ilegal, Esparza Ortiz fue señalado por el entonces presidente de la Jauría, Mario Mendívil, de haber desviado dinero al club universitario.

Ayer, en sesión del Consejo Universitario, el contralor de la máxima casa de estudios, Héctor Granados Rodríguez, reconoció que la BUAP maneja recursos públicos de la Federación y el estado, pero también tiene una partida correspondiente a “Libre disposición”, de donde se usaron los 400 millones de pesos para el representativo que formaba parte de la Liga MX, bajo el concepto “Acceso a la cultura física y fomento del deporte”.

Recordó que lo anterior fue resultado de una auditoría realizada por el despacho Resa y Asociados, SC, que indagó un presunto desvío de recursos públicos hacia el equipo de futbol durante el periodo 2016-2017, el cual fue evidenciado por el periódico Récord.

Según el rotativo, en dicho periodo se habrían invertido 240 millones de pesos cuando el equipo logró el ascenso a la máxima categoría del futbol mexicano y era presidido por la hija del rector, Luza Esparza.

Granados Rodríguez resaltó que la BUAP ha sido objeto de diversas auditorías; al menos son –dijo– cinco anuales, sobre todo de subsidios federales, fondo de aportaciones para el fortalecimiento, para la carrera docente, de infraestructura social y de cuenta pública.

Refirió que las auditorías Superior de la Federación (ASF) y Superior del Estado (ASE) de Puebla revisaron por separado los estados financieros de la universidad en 28 y en seis ocasiones, de manera respectiva.

Héctor Granados declaró que actualmente tienen lugar las correspondientes al año pasado y que en 2017 fueron cinco las auditorías. En 2016 hubo cuatro, en 2015 fueron nueve y en 2014 cuatro.

“Lo anterior demuestra que la institución se encuentra en constante fiscalización y los resultados han sido satisfactorios. Se ha demostrado el debido ejercicio de recursos públicos y por ello no hay desvío de recursos al ser determinado y ejercido al objeto previsto”, destacó el contralor de la BUAP.

Asimismo, en la sesión del Consejo Universitario se determinó que Luza Esparza fue designada presidenta del club universitario no por ser familiar del rector, sino porque la amparaba una buena experiencia laboral. Se puntualizó que la ex directiva no recibía pago alguno por ocupar dicho cargo.

LA NOVELA FUTBOLERA

El 11 de junio, Lobos BUAP hizo oficial su mudanza a Ciudad Juárez para convertirse en Bravos FC, con el aval de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), que motivó al rector Alfonso Esparza a entablar una demanda contra Mario Mendívil Blanco, quien no habría notificado a la casa de estudios sobre la transacción ni depositado la cantidad de 180 millones de pesos, producto de la misma.

El día 27 de ese mes, después de autorizar la venta de Lobos, el Consejo Universitario votó por acudir a instancias legales para proceder contra el empresario, la FMF, los propietarios del club fronterizo y Televisa, ya que para vender al conjunto universitario se debió contar con la autorización de la institución.

Tras consumar su descenso el año pasado, la universidad habría cedido el nombre y mando del equipo a un grupo encabezado por Mendívil, quien cubrió la fianza de 120 millones de pesos para mantener a la Jauría en Primera División (Liga MX).