Por: Mario Galeana

La diputada Liliana Luna Aguirre denunció que Pemex ha tratado de aplicar fracking en los pozos petroleros de 21 municipios, por lo que pidió al gobierno del estado declarar todo este territorio en veda para evitar esta práctica.

La legisladora señaló que la fractura hidráulica se ha aplicado, sobre todo, en municipios con cercanía al estado de Veracruz, como Pantepec, Venustiano Carranza, Xicotepec y Zihuateutla.

Sin embargo, detalló que también se ha intentado utilizar este método de extracción de petróleo en municipios como Ahuacatlán, Amixtlán, Hermenegildo Galeana, Huehuetla, Huauchinango, Jalpan, Jopala, Juan Galindo, Naupan, Olintla, Pahuatlán, San Felipe Tepatlán, Tlapacoya, Tlaxco, Tlacuilotepec y Tlaola.

“En los municipios antes citados se pueden generar afectaciones en mantos freáticos, como sucede en otras entidades afectadas por este método”, alertó.

La legisladora presentó un exhorto para que la Secretaría de Medio Ambiente prohíba este método de extracción en los municipios, al cual se sumaron también Armando García Avendaño, Guadalupe Esquitín Lastiri, Carlos Alberto Morales Álvarez y Uruviel González Vieyra, integrantes de las bancadas del PRD, Movimiento Ciudadano y Compromiso Por Puebla, respectivamente.

De acuerdo con la organización Cartocrítica, en Puebla hay mil 288 pozos en los cuales se aplica el fracking, técnica que consiste en la inyección de entre nueve y 29 millones de litros de agua que se mezclan con cientos de químicos.

En su estudio Actualidad de la Fracturación Hidráulica en México, elaborado con datos aportados por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), la organización ubicó a Puebla como el cuarto lugar nacional por número de pozos en los que se ha aplicado este procedimiento.

Para la Alianza Mexicana Contra el Fracking (AMCF), la utilización de químicos en la fractura de los pozos puede provocar “múltiples daños a la salud de las personas, como cáncer y mutaciones, afectar al sistema endocrino, provocar alergias y dañar el sistema nervioso”.

A finales de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio marcha atrás a la perforación mediante fracking de un predio ubicado en los límites de Puebla y Veracruz, un proyecto que había sido autorizado por la CNH.

La perforación del pozo había sido aprobada el 25 de junio por esta comisión, en un proyecto que requería una inversión de 38.9 millones de dólares para el año 2021.

A su arribo a la Presidencia de México, López Obrador dijo que no se volvería a aplicar fracking en los pozos petroleros del país.