El dato se obtendría si se toman en cuenta los 29 casos de asesinato por razón de género ocurridos durante el primer semestre de este 2019, de acuerdo con el SESNSP, y se multiplica por la tasa de fecundidad de mujeres en el estado que es de 2.1.
Por: Guadalupe Juárez
En Puebla —que hasta ahora ocupa el tercer lugar nacional por la cantidad de feminicidios en el país— la cifra de niños huérfanos de mujeres que fueron asesinadas por razón de género de enero a junio de 2019 podría ascender hasta los 61 casos.
Lo anterior si se toman en cuenta los 29 casos de feminicidio durante la primera mitad del año en curso, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y se multiplica por la tasa de fecundidad de mujeres estatal de 2.1.
La fórmula corresponde a la manera que ha encontrado Instituto Nacional de Mujeres para calcular a los huérfanos de madres víctimas de feminicidio en el país, de los cuales a la fecha no hay un registro oficial ni nacional ni local.
El Observatorio de Violencia de Género en Medios de Comunicación (Ovigem) en Puebla, por su lado, calcula, por los datos obtenidos en su recuento hemerográfico propio de enero a julio, a 31 niños, niñas y adolescentes que perdieron a su mamá al ser asesinada presuntamente por razones de género.
La coordinadora del observatorio, Samantha Páez, reveló en un artículo que 38% de los casos hallados eran de sexo masculino, 30% femenino y 32% sin identificar, de los cuales sólo pudieron detectar la edad aproximada de 18 menores huérfanos, quienes se agrupan en rangos de edad de cero a tres años, cuatro a seis años, 10 a 12, siete a nueve, 13 a 15, 14 a 17 y 16 a 18 años de edad.
De acuerdo con una revisión hemerográfica realizada por esta casa editorial —basada en el recuento de Odesyr de posibles feminicidios— se detectaron 13 casos donde las mujeres asesinadas tenían de uno hasta tres hijos menores de edad.
El primer caso del año con estas características fue el ocurrido el 4 de enero en Atlixco, con el posible feminicidio de Briza, de 21 años, cuyos reportes en medios regionales daban cuenta que era madre de tres menores de edad.
Otro caso fue el del 12 de enero en Tehuacán. Michelle N de 23 años de edad era madre de dos menores, uno de ellos identificado con una edad aproximada de cinco años.
El 27 de marzo en la capital poblana se tomó como un posible feminicidio el de Carolina N, con un hijo de seis años de edad.
El 27 de junio se registró el asesinato de María Nohemí N en la capital poblana, quien tenía un hijo sin que se registrara la edad del menor.
El homicidio de Maricruz N en Amozoc, ocurrido el 17 de julio, reveló que tres menores habían quedado huérfanos, uno de ellos apenas de un año de edad.
Con el posible feminicidio de Monserrat de 35 años de edad en la capital poblana el pasado 25 de julio, tres menores de edad quedaron huérfanos. Según los medios de nota roja, sus hijos tenían 7, 15 y 20 años de edad.
LOS HUÉRFANOS DE MUJERES ASESINADAS
Si también se calcula con la fórmula de la Conavim cuántos niños y niñas pudieron quedar huérfanos por los 41 casos de asesinato de sus madres en la primera mitad del año en curso en la entidad, se pueden contabilizar hasta 86.1 menores en orfandad.
A nivel nacional, los casos ascenderían a tres mil 600, al tomar en consideración los feminicidios y los homicidios dolosos durante 2019.
De acuerdo con Nadine Gasman Zyalbermann, presidenta de Inmujeres, al no haber un registro puntual de los casos, el instituto llevará a cabo un análisis en 2020 donde documentarán los feminicidios y homicidios dolosos de mujeres, cuántos menores afectados hay, dónde están y qué tipo de atención están recibiendo.
Los hijos de mujeres asesinadas por razón de género no son considerados como víctimas indirectas de feminicidio, aunque el artículo 26 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia indica que se debe garantizar la prestación de servicios jurídicos, médicos y psicológicos especializados y gratuitos para la recuperación de las víctimas directas o indirectas. La misma ley les garantiza su acceso a la educación de manera gratuita.
Sólo en Jalisco existe una Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a víctimas, en la cual contabilizan las víctimas directas e indirectas de feminicidios, figura de la cual carece la entidad, pese a que se declaró este año la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres y con ello una serie de recomendaciones que atenderían la problemática.
En Puebla ni siquiera hay certeza del número de feminicidios que en realidad ocurren, pues mientras la Fiscalía General del Estado (FGE) reporta cada mes al SESNSP el número de casos que investiga, el observatorio de la Ibero Puebla y Odesyr llevan un conteo alterno.
Por ejemplo, en el primer semestre del año en curso Odesyr identificó 46, mientras que la FGE investigó como tal 29 casos.
