Por: Mario Galeana

Tras ocho años de control político morenovallista, Jesús Zaldívar Benavides cree que es tiempo de un PAN sin adjetivos ni etiquetas. Ni yunquistas ni morenovallistas. Un PAN en el que, a partir de ahora, todo cargo partidista o candidatura deba disputarse por el voto. Es −dice el aspirante a dirigir el PAN en la capital− el regreso al origen del partido.

El ex diputado federal no niega de manera rotunda que su candidatura sea producto de un pacto sellado por esas mismas corrientes representadas por Eduardo Rivera Pérez, Mario Riestra Piña, Jorge Aguilar Chedraui y el actual líder municipal del partido, Pablo Rodríguez Regordosa, y se limita a contestar que cuatro de ellos son parte del proceso y no podrían ser juez y parte.

Sin descalificar a su único rival en la contienda interna, Eduardo Alcántara Montiel considera que las recientes filtraciones a la prensa en las que se señala que pronto deberá aclarar el uso de 35 millones de pesos en su paso por el Conalep son parte de la consabida guerra sucia.

¿Qué grupos respaldan su candidatura?

—El principal grupo que me apoya es el de los panistas. Desde hace muchos años tengo amistad y relación con casi todos los integrantes activos de Puebla capital. Ese es el principal impulso que estoy recibiendo. Tratamos de construir un panismo sin etiquetas, sin adjetivos; un panismo para todos, que se acaben los adjetivos. Cuando utilizas etiquetas lo único que generas es división. Hoy el PAN nos demanda generosidad para que nos sumemos a este proyecto de unidad con un simple objetivo: dar lo mejor de cada uno de nosotros por Puebla y México.

Su rival señala que hubo un acuerdo cupular entre distintas corrientes, y que él, por el contrario, lidera “una rebelión de las bases”, ¿Es así?

—Él es bienvenido en este ejercicio de unidad. Como él las llama, “las bases”, son mis amigos. Con ellos yo he estado no de ahora, sino desde hace muchos años. Ellos son los que me están impulsando. Insisto, cuando empezamos a hacer distinciones entre unos y otros, generamos división y rivalidad. Es el momento de cerrar filas. Estoy convencido de que lo mejor para el PAN en Puebla es que vayamos todos juntos. Lo digo con toda claridad: en este proyecto también cabe Lalo (Alcántara) y todas las personas que estén con él.

Él menciona a cuatro personajes que pactaron para impulsarlo a usted como candidato: Pablo Rodríguez, Mario Riestra, Jorge Aguilar Chedraui y Eduardo Rivera. ¿Existe este pacto?

—Yo te diría que, de entrada, Jorge Aguilar es presidente de la Comisión Organizadora y Pablo Rodríguez es el presidente del partido (en el municipio). Estaré buscando a todos los liderazgos y no nada más a ellos, sino a Luis Paredes, a Ana Teresa Aranda, a Humberto Aguilar, a Rafael Micalco y a muchos otros liderazgos. A todos los amigos que durante muchos años han participado en el PAN y quieren seguir haciéndolo. Yo estoy convencido de que es el momento de unidad. En el PAN cabemos absolutamente todos.

Ha trascendido que usted posee un pendiente en su cuenta pública como director del Conalep. ¿Es un riesgo o golpeteo?

—Lo contestaría de esta manera: casualmente, en el momento en que manifesté mis intenciones de participar para ser presidente del Comité Directivo Municipal (CDM), me empezó a salir todo este tipo de información y descalificaciones. Es algo que se da en las contiendas políticas. No me asusta, no le tengo miedo y nosotros seguimos en nuestra ruta.

¿Ve injerencia o tentativa de injerencia del gobierno?

—No me aventuraría a afirmar algo así. Yo lo tomo como parte de una campaña, parte de esta probable guerra sucia que se quiere generar. Lo veo hasta como algo normal.

¿Qué opinión tiene de Eduardo Alcántara?

—Antes que mi rival es mi compañero de partido, es un buen amigo, se me hace un tipo brillante. Creo que al final del día este es el tenor del diálogo que debemos de mantener en esta campaña. No creo en las denostaciones ni descalificaciones, sino en reconocer y darle a cada quien lo que le corresponde. Él es mi amigo. Todos los amigos que están con él también son los míos. En este proyecto de unidad ellos también tienen un espacio en la dirigencia que nosotros vamos a presidir.

¿Qué cualidades ofrece usted como dirigente para 2021? ¿Habrá piso parejo para los aspirantes a la candidatura?

—El estatuto es clarísimo en ese sentido. Hay procedimientos de designación, las asambleas y convenciones. A mí me gustan los ejercicios internos del partido, de las asambleas. Yo mismo soy producto de una asamblea. Creo que el mejor proceso para escoger a cualquiera de nuestros candidatos es por un ejercicio democrático.

¿Se acabó el gran elector?

—En el PAN siempre han establecido mecanismos para asignar las candidaturas. Uno es a través de asambleas y convenciones, y otro es a través de una designación por conducto de la Comisión Nacional Permanente. Creo que es momento de que regresemos a nuestras tan apasionadas asambleas.

¿Cómo está siendo gobernada la capital?

—Los resultados salen a los ojos de todos nosotros. Tenemos un gran problema de gobernabilidad, de falta de servicios, problemas en la seguridad, problemas en todos los rubros que integran la administración pública municipal. Creo que al final del día, Acción Nacional tiene que ser esa verdadera voz crítica, esa oposición inteligente, puntual, que defienda las causas de los ciudadanos. Yo le diría a la alcaldesa de Puebla que refuerce y fortalezca todos rubros de su administración. Nos está quedando a deber mucho. Vamos a cumplir un año de su administración y seguimos con pretextos, con quejas.