Miguel Calderón Chelius explicó que la entrega de apoyos de las anteriores administraciones a población vulnerable fue dirigida a elevar los indicadores de un estudio, pero no su calidad de vida.
Por: Guadalupe Juárez
Las anteriores administraciones estatales simularon combatir la pobreza extrema con la entrega de apoyos, pues sólo se dedicaron a intentar disminuir los indicadores del Coneval, sin que estos representaran una mejora en la calidad de vida de la población en situación de pobreza, concluyeron académicos de la Universidad Iberoamericana en Puebla.
Los catedráticos compararon los indicadores entre Coneval y Evalúa de 2012 y 2018 y pusieron en duda los resultados del primero, al señalar que la pobreza no se redujo en 8.6% en la entidad, sino sólo 3.2%, mientras, la pobreza extrema no disminuyó 50.9%, sino 18.9%.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ubicó al estado en el quinto lugar nacional por los niveles de pobreza y Evalúa lo posicionó en el sexto.
La diferencia en las cifras se dio por la metodología utilizada por cada uno, mientras el Coneval abarcó 7.5% de la población a nivel nacional y 8.6% en la entidad poblana, Evalúa analizó 35.4% a nivel nacional y 48.4% en Puebla, lo que se apega a un análisis “realista”.
El coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Ibero, Miguel Calderón Chelius, explicó que un ejemplo de la simulación en la mejora de las condiciones de la población en situación de pobreza fue en educación, al entregar las constancias que acreditaban avanzar en nivel de escolaridad, aunque esto no se reflejara en su calidad de vida, como un trabajo bien remunerado.
En el caso de las personas que lograron terminar una educación media superior, a pesar de ingresar a una universidad, lo hicieron en escuelas de mala calidad, lo que tampoco garantiza el acceso a un mejor empleo.
En salud, criticó la supuesta cobertura del seguro Popular, pues se concentraron en la afiliación sólo en papel, pero sin que ello garantice un efectivo acceso a los servicios de salud.
“Su objetivo fue bajar el indicador, entonces identificaron sectores a los cuales con muy poquitos recursos se podría mejorar el indicador. Esas estrategias fueron una total simulación, no quieren decir nada”, acusó.

Ejemplificó que de haber una mejora real como arrojaron los indicadores del Coneval en 2018, sería evidente el cambio económico en los habitantes.
Por lo anterior, consideró que por las inconsistencias en el método del Coneval y la forma como se presentaron los resultados se ha subestimado la pobreza.
“Hay que considerar que con el método Coneval, personas que no tienen ni con qué comer, podrían ser consideradas no pobres”, lanzó.
Calderón Chelius sugirió al gobierno estatal crear un organismo propio que mida la pobreza a nivel municipal y evitar replicar las estrategias para intentar reducir los indicadores de pobreza.
