Hay 38 víctimas de sexo masculino —en dos no se tiene información—; mientras que 24 municipios fueron los lugares donde se cometieron las barbaries.

Por: Guadalupe Juárez

La impunidad en el estado es una bomba de tiempo. De 2016 a mayo de 2019 las autoridades de Puebla registraron 40 casos de linchamientos consumados, de acuerdo con datos otorgados a 24 Horas Puebla, a través de una solicitud de información.

El documento entregado por la Secretaría de Gobierno (SG) estatal indica que 38 víctimas fueron del sexo masculino —en dos no se tiene información— y los hechos se concentraron en 24 municipios: San Martín Texmelucan, Juan C. Bonilla, Puebla, Yehualtepec, Tlacotepec de Benito Juárez, Atoyatempan y Oriental.

También en Acatlán de Osorio, San Salvador Huixcolotla, Tilapa, Chilchotla, Palmar de Bravo, Tehuacán, Nicolás de Bravo, Chalchicomula de Sesma, Los Reyes de Juárez, Tlatlauquitepec, Acajete, Cañada Morelos, Libres, Chapulco, Cuapiaxtla, Chichiquila y Chiautzingo.

Por el número de víctimas, los puntos rojos en los últimos tres años son Yehualtepec, San Martín Texmelucan, Acatlán de Osorio y la capital del estado.

El año con más casos fue 2018, cuando la población le arrebató la vida a 22 personas en 16 eventos diferentes.

Los meses con mayor incidencia en los actos de ajusticiamiento durante este lapso donde los probables delincuentes perdieron la vida a manos de las turbas fueron abril, noviembre y diciembre, con tres casos cada uno.

En tanto, en marzo de 2018 se registraron dos linchamientos, mientras que en enero, febrero, mayo, agosto y octubre se contabilizaron uno cada uno.

En 2018 los actos de justicia por propia mano se registraron en 12 municipios: San Martín Texmelucan, Juan C. Bonilla, la capital poblana, Yehualtepec, Tlacotepec de Benito Juárez, Atoyatempan, Oriental, Acatlán de Osorio, Huixcolotla, Tilapa, Chilchotla y Palmar de Bravo.

Durante 2017 ocurrieron 10 casos, en los que hubo el mismo número de víctimas en diferentes municipios cada caso. Las demarcaciones donde se registraron fueron Tehuacán, Nicolás Bravo, Chalchicomula de Sesma, Tlacotepec de Benito Juárez, Los Reyes de Juárez, Tlatlauquitepec, San Salvador Huixcolotla, Acajete, Cañada Morelos y Libres.

Los casos consumados se contabilizaron hasta la segunda mitad del año. El primero ocurrió el 5 de junio de 2017, al mes siguiente se registraron dos más, en agosto tres, en septiembre uno, en octubre dos y noviembre uno.

En 2019, la administración estatal interina registró cuatro casos ocurridos en Chiautzingo, San Martín Texmelucan, Nicolás Bravo y Tehuacán.

El primero del año en curso se registró en Chiautzingo, en la comunidad de San Juan Tetla, el segundo en San Martín Texmelucan, el tercero en Nicolás Bravo y el cuarto en Tehuacán, en la comunidad de San Pablo Tepetzingo.

En el informe que entregó al Congreso local, el gobierno interino informó que habían atendido 121 casos de intento de linchamiento, de los que rescataron a 126 personas. La mayoría de los actos de intento de tomar justicia por mano propia se concentraron en la capital del estado, con 41, seguido de Tehuacán con 11.

ANTE IMPUNIDAD, POBLANOS CREEN VIABLE COBRAR JUSTICIA POR PROPIA MANO

De acuerdo con un informe especial sobre linchamientos en territorio nacional elaborado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) —que considera al estado como el segundo con más casos de ajusticiamiento del país—, seis de cada 10 habitantes creen que si la autoridad “no castiga” a los delincuentes, la sociedad tiene derecho a hacerlo, y cinco de cada 10 creen que “tomar justicia por propia mano”, debe ser aceptado por las autoridades.

Entre las conclusiones, el organismo advierte que este tipo de opiniones reflejan que los ciudadanos al percibir a las autoridades como ineficientes o poco efectivas, tienen una mayor disposición a realizar acciones de autodefensa o con derecho de “castigar” a los probables delincuentes si ellas no lo hacen.

“Mientras no haya un cambio en las políticas de gobierno, la percepción de inseguridad, la violencia social y la impunidad, así como las medidas que adopten las comunidades, colonias y barrios para intentar sobrellevarla, seguirá en aumento”, indica.