República Restaurada
Por Víctor Baca

El futuro tiene muchos nombres: para el débil es lo inalcanzable, para el miedoso, lo desconocido. Para el valiente, la oportunidad.

Victor Hugo

Año difícil. Día a día el presidente abre un nuevo problema en la administración y no es precisamente porque él lo quiera así, no, lo que sucede es que la corrupción tenía infectada a todas las instancias de la administración pública y los vínculos con las empresas (incluyendo a medios de comunicación) que solían beneficiarse de ello.

Muchos fueron los años que gestó en las entrañas de las secretarías y dependencias públicas, ese mal cancerígeno que propicia la ambición y la creencia de que tomar lo que merecían cada quien, era el rictus que contaminó todo el sector público. (el privado siempre participó, desgraciadamente)

El primer informe de gobierno servirá como parteaguas en la administración de Andrés Manuel y las anteriores. Sin embargo, es difícil separar y ponderar el resultado. Lo visible e invisible de los resultados estará en juego porque su comprensión no es tan fácil, por un lado y el constante ataque, sobre todo en medios y redes sociales, no parecen hartarse.

Los resultados no serán evidentes porque se está quitando lo que estaba infectado, cuando se limpia un jardín de la maleza al principio no se ve, pero los que lo hacen, saben que el trabajo es mucho y muy cansado. El jardín se toma su tiempo…

La aprobación personal del presidente es muy alta, pese a lo que sus detractores anuncien, pero ojo, no es a su gobierno, (el cual tiene que ponerse a trabajar) sino a él y sólo a él. Por momentos lo vemos un poco solitario, pues muchos de sus colaboradores no alcanzan a comprender la dimensión e importancia de sus dichos y, sobre todo, lo no dicho en las conferencias mañaneras.

Escarbar en la corrupción y la administración como oficinas de negocios, no es que no funcionaran, sino que lo hacían de forma malévola (y el término es exacto), mal queriendo el supuesto bien a que están destinados. Por fortuna, el presidente como lector de la realidad sabe que, de no atacar las prácticas y costumbres, nada podría cambiar en realidad, por eso digo que los titulares de las dependencias deben hacer lo mismo, de ahí que nos debe quedar claro que no lograr la visibilidad de los resultados, son sólo razón de tiempo.

Los recursos que se destinan a los diferentes grupos de ciudadanos, según sus condiciones, no podemos negar que en algunos casos no están siendo usados para los fines convenidos, sin embargo eso no puede ser causa de su inclemente crítica (sobre todo en las redes sociales), finalmente en la mayoría de los casos has propiciado un verdadero respiro a los beneficiados que tiene tantas necesidades, propiciadas por cierto por muchos años de malas administraciones. Para los nuevos “especialistas” en economía del Twitter, los programas sociales generan circulante en el mercado y consumo interno, pero eso es otra historia.

El informe que viene no será agradable, la realidad y sus exposiciones no lo son. AMLO lo sabe, pero si todos los días desde que tomó posesión lo ha hecho, sin temor, por cierto, no será para él ningún día de campo, porque gobernar no es ir de día de campo, sino de trabajo cotidiano y combate infatigable sobre todos los demonios que engendraron durante décadas los hombres y mujeres que nos gobernaron (y, por cierto, no gobernaron).

AMLO sabe, como el autor de Los miserables, que el futuro es una oportunidad para la valentía y eso es lo que veremos (a muchos, se los explico más tarde).