República Restaurada
Por Víctor Baca

Confusión es una palabra que hemos inventado para algo que aún no se entiende.

Henry Miller

Las presas fáciles del planteamiento político del presidente de la República son sus críticos, y el problema está en que no entienden que no entienden.

¿Tercer informe o primero? Si son serios y revisaron el documento que mandó al Congreso, justo como la ley mandata, (fórmula: si no lo han revisado, no sólo tendrían que hacerlo sino, más aun, no hablar al respecto –leer a Wittgenstein sería excesivo).

¿Confundidos? Lo dudo, la tontería es atrevida y segura.

El tercer informe político fue lo que escuchamos, espero sepan cuándo ocurrieron los otros dos, si no, aplique la formula anterior…

Ya les había dicho que AMLO no diría nada nuevo que no supiéramos, tal vez algunos esperábamos que la novedad fuera su asistencia al Congreso, pero optó por rendir su informe político ante su gabinete y, tal vez esperar tiempos mejores (o que la ley lo obligue a asistir)

El escritor de Primavera negra parece decirnos que es la palabra que nos pretende redimir de lo que no entendemos, por eso muchos no entienden.

Quitar la numeralia al informe político y establecer en su discurso las nociones económicas de la justicia parece un despropósito según muchos de sus detractores, (tal vez podríamos pensar en una recomposición del planteamiento económico y viene a la mente Lo pequeño es hermoso de Schumacher). Hay que decir que no son todos y algunos de los que lo critican y, sin embargo, están pensando, y que son pocos, plantean la imposibilidad de enjuiciar al ejecutivo sin antes preguntarse sobre los cambios de paradigmas (y de que estamos cambiando, ni siquiera deberíamos tener dudas), y aceptar que mucho de lo que se hace hoy era necesario desde hace años. Pues no podemos obviar que basar todo el análisis sobre el crecimiento económico y no preguntar sobre los que realmente pasa en una sociedad, es un esquema que cada día envejece más y sólo beneficia a los que de antemano poseen la riqueza nacional, no a una justa redistribución del ingreso.

La crítica ha cambiado a raudales, por ejemplo, lean las redes y verán que aunque muchos dicen tonterías al por mayor y con muchos seguidores, pues tienen derecho y nadie se los quita, asimismo vean que los que antes celebraran al régimen y ahora lo atacan, siguen ahí, incluyendo a los peores, los que antes atacaban al opositor y ahora lo celebran. Los primeros, por lo menos son congruentes, ¿pero estos?

Algunos reclaman el espíritu de la legalidad sin entender bien a bien qué es lo que reclaman. Por un lado acusan que no se cumple la legalidad y por otro que no se pueden hablar de moralidad en un informe de gobierno, mucho menos de felicidad o del alma. Olvidamos que desde el siglo XVIII ya se había afirmado en la moral kantiana que en hombre actúa en representación de las leyes, pues es el respeto a la ley el motivo determinante de su comportamiento ético. Y que el hombre ante la imposibilidad de alcanzar un verdadero principio de moralidad, al aterrizarlo fija las leyes que nos permitan y disponga a su cumplimiento.

La confusión es verdadera y seguiremos.