El 19 de septiembre de 2017 el estado de Puebla sufrió una de las demostraciones más letales de la madre naturaleza, el sismo de más de 7.1 grados en la escala de Richter; por lo menos 45 personas fallecieron, más de 100 con heridas de gravedad, 12 mil viviendas resultaron afectadas y 250 inmuebles históricos con daños incalculables.

La contingencia sacó lo mejor de la sociedad poblana y nos recordó las medidas de protección civil; Puebla, como parte del territorio nacional no está exenta a repetir un fenómeno similar, existen ciertas medidas básicas de seguridad que se pueden adoptar antes, durante y después de un sismo con el fin de reducir al mínimo los daños.

¿POR QUÉ LOS SISMOS SON CATASTRÓFICOS EN LOS CENTROS URBANOS?

Algunos de los factores que vuelven a las ciudades vulnerables a las tragedias naturales son:

  • Hacinamiento y densidad poblacional en asentamientos urbanos.
  • Edificios en mal estado, sin mantenimiento.
  • Falta de normas de construcción.
  • Suelo inestable, construcciones en barrancas y laderas.
  • Pobreza y falta de cultura de la prevención.
  • Municipio

¿QUÉ HACER EN CASO DE SISMO?

De acuerdo con el Cenapred y Protección Civil:

Caminando en vía pública:

  • Busque sitios abiertos, aléjese de edificios, postes, arboles y cables eléctricos.
  • Evite coladeras y registros.
  • Evite salidas de edificios o centros comerciales.

Conduciendo un automóvil:

  • Detenga la marcha lentamente, sin bloquear la vialidad.
  • Evite estructuras, vías elevadas, puentes (peatonales o vehiculares) o espectaculares.
  • No salga del automóvil hasta que termine el sismo.

General:

  • Sintonice los medios de comunicación.
  • No utilice el teléfono a menos que sea estrictamente necesario, puede colapsar líneas vitales de comunicación de las autoridades.
  • Obedezca las indicaciones de las autoridades.

19 DE SEPTIEMBRE DE 1985 EN CDMX, EL TERREMOTO QUE SACUDIÓ EL DESARROLLO URBANO.

Hace 34 años el país sufrió una de las demostraciones más letales de la madre naturaleza, el terremoto de más de 8.1 grados en la escala de Richter, el sismo arrancó la vida a más de 10 mil personas (aunque algunos cronistas afirman en 100 mil las víctimas fatales), también expulsó de 700 mil a un millón de habitantes hacia los estados conurbados, entre ellos Puebla, edificándose nuevas viviendas en terrenos irregulares y condiciones precarias, multiplicando el riesgo ante un eventual sismo.