Mis Últimos 20
Por: José Luis Sánchez Solá / @Elchelis

Tratando de tomar una idea para este escrito, me sumergí en las profundidades de las redes sociales para encontrar el eje que conduzca a una verdad muy repetida pero poco entendida: las formaciones en el futbol no las da un número determinado dentro de los once que inician. Nada tiene que ver que los aficionados de estas redes  sociales opinen que un equipo juega 4-4-2 o 4-3-3 o 5-3-2 si antes no analizaste las características individuales del jugador; primero está el jugador y su característica dentro del campo y después su colocación dentro del número llamado sistema de juego.

Lo anterior nace al ver, para mí, el mejor juego de esta triple jornada, (fin de semana anterior, media semana y  último fin de semana): el Puebla vs León en el cual Puebla ganó 2-1. En muchos comentarios, el Puebla jugó 4-3-3. Quiero pensar que al ver una alineación con Acosta, Abella y Fernández como atacantes, respaldado por Pablo, Chumacero y Marrugo en medio campo, te da esa idea errónea. El Puebla se planta casi todo el encuentro en su campo con un cuatro atrás muy cerrado, cinco en medio campo, haciendo Acosta y Fernández el trabajo de tapar las bandas y Abella adelante ensuciando la salida. Regala el medio campo rival, con el objetivo de agruparse todos en su terreno. Dejan salir al rival y propician espacios grandes una vez que recuperan la pelota. En ese momento el Puebla, en contraataque, que a diferencia a descolgada, (en contraataque sale y acompaña el equipo y en descolgada siempre van los mismos y no el equipo), sale por fuera con Acosta o Fernández, pero bien acompañado por Chumacero y Marrugo y como punta preferencia adelantada queda Abella. El equipo defensivo sale para apoyar el ataque y Pablo siempre con olfato en su colaboración de estar cerca, primero, de apoyar la posesión y segundo, de recuperar alguna falla en ofensiva.

En teoría y escrito es muy difícil perder un partido. El gran chiste fue que el Puebla lo hizo durante los 90 y cuando a los de afuera se les acabaron las piernas por el constante bajar y subir a velocidad, se tuvo el recambio con Tabo por fuera y Lucas para tener más lucha en la primera línea. Con otros nombres, entre semana se hizo lo mismo en una cancha muy difícil como lo es Tigres y que bien lo dijo el señor Mario Carrillo en el canal donde trabaja: Tigres no tiene un estilo, tiene un sistema desde hace muchos años y una calidad muy diferente en sus jugadores.

Estos dos triunfos te abren lo posibilidad de que la hipótesis establecida en el futbol mexicano, en cuanto a la gran diferencia de nóminas entre los primeros cinco de la tabla y el resto de competidores, se hace abismal en el campo y muy difícil de romper.

Con orden y una idea clara en la cual nadie puede salirse del papel que le toca, claro que le puedes ganar a cualquiera. El problema es que esa idea la tienes que ejecutar 18 partidos para acceder a liguilla y eso de ejecutarlo tan bien como el Puebla lo hizo contra Tigres y León se hace muy pesado, muy fatigante, con mucho peso mental el reconocer durante todo el trayecto tus debilidades, que en cualquier momento, como sucedió, se vuelven tu fortaleza. Ese convencimiento es más grande que cualquier nómina y es el camino que muchos equipos tienen que seguir para igualar los partidos: jugar en equipo asociados contra la calidad económica del rival. Para poder despegar, lo primero es reconocer lo tuyo, una vez que lo aceptes, podrás enfrentar a todos y conseguir logros como los de esta semana.

El equipo que mejor aprovechó esta triple jornada en ocho días fue el Pachuca y el Tijuana, de nueve en disputa, nueve ganó. Gallos, Chivas, Morelia, San Luis no ganaron nada. Aún tienen unos siete partidos por disputar y otros seis porque no les tocó descansar aun. El cierre de este torneo va a ser marcado por esta última semana, repito a falta de 21 o de 18 puntos en disputa, la subida de unos y la bajada de otros será muy marcada y de los ocho de liguilla, veo a un

Querétaro con falta de gas y a un Xolos con mucha creencia de que lo hacen.

De los cambios de entrenadores, por la causa que sea, solo el Puebla ha capitalizado el cambio, salí con cuatro jugados y un punto y ahora de los últimos siete ganaron 11 y lo más importante, una manera firme de cómo hacerlo; esa es la ganancia del cambio.

Cruz Azul y San Luis cada vez peor, lo que quiere decir que su cambio de timón no tuvo bases firmes para hacerlo, la víscera se apoderó de su pensamiento y no se ve cómo revertir su situación. Lo de Chivas será más de lo mismo, nada tiene que ver el técnico que esté, lo importante es el material y las expectativas del equipo y esos puntos no se resuelven con el cambio de técnico.

Otro tema que quiero tocar es el de los extranjeros y la cantidad de registrados en la liga mexicana: 188 en total.

Tome como referencia de la jornada ocho a la 12 y los datos de jugadores foráneos que inician los juegos es alarmante: 112, 99, 103, 99 y 99 en las últimas cinco. Quiere decir, que por lo menos hay 80 registrados que no tienen activad de inicio en los juegos. La principal razón de esta cantidad es que si estos no vienen, los encargados de traerlos, con estos números, tendrán 80 negocios menos, divididos entre 18 equipos –porque Chivas no está en este mercado–, nos da 4.4 negocios que no se lograrían por equipo y eso es mucho dinero para los encargados de este rubro. Si quieren seguir haciendo negocio respaldados por la regla de registrar a no más de 12 por equipo, ¿Por qué no fichan a sólo 100 pero con el dinero de 188 buscando mejor calidad? El trabajo sería de un mejor seguimiento del jugador, adaptado a tus verdaderas necesidades como equipo, trabajo por demás difícil y que necesitaría de un gasto para estar en el terreno del jugador a traer, pero el resultado sería mejor para un futbol no mexicano, pero que se juega en México.

Digo lo anterior porque el menos protagonista de nuestra liga es el técnico mexicano, sólo seis de 19 y de los jugadores igual, promedio de 102 extranjeros por jornada de 198 que inician. Ningún equipo entre los que inician, más los que están en la banca, suman el total de extranjeros registrados.

Para mí la regla tendría que ser: el que viene obligatoriamente tendría que ser mejor que el que está aquí. De otra manera seguiré pensando que en su mayoría vienen por el negocio que encierra su contratación. Solo esa será la causa.