Las Serpientes
Por: Ricardo Morales / @riva_leo

El gran filósofo canadiense Marshall McLuhan acuñó la extraordinaria frase: “El medio es el mensaje”, para dar a entender que a veces el medio, y no el contenido, es más importante en su impacto ante la sociedad.

McLuhan es básico en el estudio del fenómeno de la comunicación y eso aplica a la presencia de la esposa del presidente de la República, la doctora en Historia, Beatriz Gutiérrez Müeller, el viernes en la máxima casa de estudios de la entidad, la BUAP, para asistir al informe de labores del rector Alfonso Esparza Ortiz.

La presencia de la esposa de López Obrador lo dijo todo; la también investigadora y académica le dio su total respaldo al rector en un momento en el que enfrenta una serie de ataques y descalificaciones, luego de la venta del equipo Lobos BUAP.

Nadie en su sano juicio podría creer que el Presidente, quien ese mismo día estaba en Puebla, iba a permitir la presencia de su esposa con un personaje cuya reputación estuviera en entredicho. Así de simple y así de sencillo, que nadie se haga bolas.

No hubo necesidad de decir nada más, las gráficas de la esposa del Presidente levantándole la mano al rector hablan por sí mismas y despejan cualquier duda en torno a la honorabilidad de Alfonso Esparza y, sobre todo, fortalece a este personaje.

El presidente López Obrador, como ya lo he señalado en otras ocasiones, es muy hábil políticamente hablando, y es que actuó como un maestro durante esta visita a Puebla; por un lado, le dio su lugar al gobernador Miguel Barbosa, pues señaló que la administración estatal será la que se encargue de la investigación en torno a la venta de Lobos; “la cual será de manera justa y apegada a derecho”, pero, por otro lado, dejó que su esposa estuviera al lado del rector para darle su espaldarazo.

Y es que Beatriz Gutiérrez no es cualquier personaje dentro de la 4T. No sólo es la esposa del presidente López Obrador y la madre de su hijo, es una mujer sumamente influyente en la toma de decisiones del mandatario y se equivocaría de manera por demás peligrosa quien tienda a minimizarla.

Ella prefirió dejar el tan criticado papel de “primera dama”, sabedora de que se convertiría en el centro de todas las críticas, sobre todo después del papel que jugó en el sexenio pasado Angélica Rivera, e inteligentemente evitó los reflectores, lo que no quiere decir que no tenga poder y que no influya.

LO QUE NO MANCHA…TIZNA

El viernes de la semana pasada una reportera local hizo una pregunta tonta al Presidente. El Ejecutivo, como todo buen jugador de beisbol, bateó la pregunta.

La pregunta decía que Rafael Moreno Valle usó a la Auditoría Superior como garrote político y qué opinión tenía sobre la postulación de Alberto Segovia y Juan Carlos Moreno Valle, ya que ellos habían trabajado como auditores en el sexenio del ex gobernador Moreno Valle. Pésima investigación periodística de la reportera, que demostró su completa ignorancia.

Juan Carlos Moreno Valle fue despedido como auditor especial precisamente cuando Rafael llegó como gobernador, ya que es bien sabido que ambas familias estaban distanciadas; sin embargo, el que llegó en su lugar y sí le tocó auditar las obras ejecutadas en ese sexenio fue Eligio Sierra, quien aparece en la lista de finalistas y ha estado navegando con discreción, pero él es el verdadero auditor responsable de aquella administración.

Cabe señalar que Eligio llegó a esta posición recomendado en ese entonces por el actual subsecretario de Gobernación, José Luis Márquez Martínez, quien tiene muchos intereses metidos en el tema de la auditorías, ya que su esposa es contadora y maneja diversos despachos de auditores, los cuales venden sus servicios a diversos municipios de la entidad.

Así que ya sabemos cuál es la mano que merece la cuna detrás de Eligio.

GOLPE BRUTAL A LA ECONOMÍA FAMILIAR

Tal como lo señalamos en este mismo espacio, concluyó la visita de Andrés Manuel López Obrador a Puebla y de inmediato se hizo oficial el anuncio del incremento a la tarifa del transporte público.

El golpe es muy fuerte a la economía y a los bolsillos de 70% de las familias poblanas que se trasladan a través de este sistema, el cual, por cierto, es peligroso y deficiente.

Para tratar de mitigar el costo de esta medida, el gobernador Miguel Barbosa instruyó que los concesionarios tendrán cuatro meses para mejorar el servicio pero, sobre todo, instalar sistema de seguridad en sus unidades.

La advertencia es que quien no lo haga perderá su concesión. Habrá que ver si es cierto.