La Quinta Columna
Por Mario Alberto Mejía

Zacarías Francisco Cabrera Oliver anda muy ocupado.

Todos los días se reúne con abogados, policías, políticos y empresarios para darles a conocer que él será el próximo fiscal general del estado de Puebla.

Y lo dice convencido.

Jura tener la venia del gobernador Miguel Barbosa Huerta y hasta la del presidente Lopez Obrador.

Se dice amigo del fiscal Gertz Manero y de Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación.

En sus peroratas, dice ser, también, el mejor calificado.

En otras palabras se siente el José José del mundo judicial.

¿Pero quién es esta alma del Señor?

En los ochenta, fue Agente del Ministerio Público Federal en el área de la Visitaduría General de la Procuraduría General de la República.

Después llegó a ser comisionado en “la Ciudad de México Distrito Federal”.

Las comillas revelan su gran cultura geográfica.

Zacarías es tan audaz que en su currículum incluyó estas líneas:

“Para 1986-2003 fungió como Agente del Ministerio Público Federal, en las Delegaciones de los Estados de Morelia, Michoacán, Chihuahua, Ciudad Juárez, San Luis Potosí, Hermosillo Sonora y Nogales Sonora”.

Todo un caso.

Es tan visionario que ya incrementó el número de estados de la República mexicana.

Sigamos con su CV:

“En 2009 el Licenciado Eduardo Medina Mora Procurador General de la Republica (sic), lo nombro (sic) Delegado de esa Institución en el estado de Durango, cargo al que renuncio (sic) en el mes de Julio del 2011.

“Durante su gestión como Delegado de la Procuraduría General de la Republica (sic) en Durango, instalo (sic) y organizo (sic) la conformación del grupo de coordinación

‘Operativa Durango’, para la práctica de los operativos conjuntos con los tres niveles de gobierno.

“Participo (sic) en la elaboración de un diagnóstico integral de la situación delictiva en el estado de Durango, así como en la elaboración de un Plan Maestro para la Operatividad y el funcionamiento del grupo de coordinación así como para la integración de las Unidades de Inteligencia Táctico Operativas UNITO.

“Tomo (sic) amplia parte en la Colaboración Interinstitucional para el Combate a la Delincuencia Organizada en Durango, trabajando estrechamente en coordinación con los tres órdenes de gobierno, traducido en la captura de un número considerable de personas relacionadas con la Delincuencia Organizada”.

Dejo descansar al hipócrita lector de tanto “sic”.

Más allá de su desconocimiento de la geografía y las tildes, Zacarías jura que ya lo palomearon.

Todos aquéllos que buscaban pelear la Fiscalía vayan metiéndole a sus despachos.

Zacarías asegura que pronto despachará en la antigua Procuraduría General del Estado.

Ya escuchó las palabras mayores.

Ya oyó cantar al pajarito.

Como el profeta del mismo nombre, nuestro personaje también se hace llamar “Zacarías el Grande”.

Aunque más bien pinta para ser “Zacarías el Chico”.

Y no es albur.

Albur sería que se llamara Zacarías Blanco de la Barra o Zacarías Michilinsky.

Y ya entrados en materia:

No es lo mismo Emeterio Zacario Zacarías Guajardo, que Meterlo, Sacarlo, Sacudirlo y Guardarlo.

Es cuanto.

Bienvenido, señor fiscal.