Los Últimos 20
Por: José Luis Sánchez Solá / @Elchelis

A seis semanas para determinar quién entra a la liguilla, se aparece una nueva fecha FIFA y faltando una fecha para el mismo fin, vendrá otro paro.

A mí en general no me gustan. Hubo semana de futbol americano y el inicio de playoff en el béisbol también americano. Al final no es lo mismo: rompe con una inercia que se viene tomando en nuestra liga, parece que los equipos en general quieren cerrar de lo mejor posible. La afición de cualquier forma empieza a acudir a los estadios.

A la FIFA no le importa qué tan inoportunos sean estos patrones. Con tiempo anticipado dicta cuáles semanas dentro del año calendario serán para que las naciones jueguen entre ellas, entonces lo necesario de estas fechas toma relevancia. En la página oficial de la FIFA marca para qué utiliza las ganancias de los juegos, porque, todos los partidos, las selecciones tienen que pagar un derecho a la FIFA y utiliza recursos económicos para apoyar a los países con mayor necesidad económica. Por ejemplo: siempre en Bermudas se jugaba en campo de críquet y no de soccer. La FIFA apoyó la construcción de un estadio en el que sólo se juega futbol. De esa y muchas más formas, la FIFA apoyó con instrucciones, acondicionamiento, viajes y asesoría, a muchos países que no tienen presupuesto para estos fines.

Solo la confederación de América del Sur, llamada Conmebol, no tiene torneos de más obligados por FIFA. Ellos tienen una eliminatoria muy larga y la copa América, que últimamente por cuestiones económicas invita a otras selecciones que no pertenecen a dicha confederación. En Europa, en Asia y en la nuestra, la Concacaf, la FIFA inventó, además de las obligadas eliminatorias para el Mundial y de sus torneos, Copa de Oro, Copa de Europa, etcétera, un nuevo torneo, por el cual los países no pueden intentar jugar contra el que quieran y en el país que quieran y sí lo tienen que hacer en el torneo nuevo que FIFA hizo. Solo los de la Conmebol, al no tener torneo oficial en estas fechas, pactan juegos entre ellos, o contra algún país de Europa o África que les toque descanso.

El tema principal del aficionado y de los programas de TV es si a México le conviene jugar contra los países de su área. La respuesta general es que no, que tendrían que buscar selecciones de renombre y jugar contra ellas o una decisión de tajo, salirse de la Concacaf y ponerse en la Conmebol para que sus partidos y competencias tengan mayor aprendizaje.

A todo mundo se le olvida que esto del futbol tiene intereses mayores que el mismo desarrollo deportivo, como tenía que ser. Si México tuviera los derechos de televisión y que sí tiene en el área de la Concacaf, México participaría en la otra confederación, pero como la televisión manda en estas decisiones, se tendrá que seguir participando en la que está. La salida de los equipos mexicanos de la Copa Libertadores se debió a que México no tuvo los derechos de transmisión. Cuando digo México me refiero a las dos cadenas de televisión abierta que están en el país y que, por negociaciones entre ellas, tienen pactado el reparto del pastel. Claro que sería mejor prepararte contra los mejores, pero también en selecciones como en nuestra liga, la televisión manda.

Después de esto, vienen partidos dentro de los torneos que FIFA puso, muy malitos y muy desiguales. Los grandes, hablando de Europa, España, Italia, Holanda, Bélgica, por nombrar a algunos, siempre estarán arriba y clasificarán por el simple hecho de que son países que tienen, en general, individualidades. Este es un deporte de asociación y sólo consigues este juego colectivo con el tiempo, con entrenamientos. Esto último ninguna selección del mundo lo tiene. Se reúnen un domingo o un lunes, y el miércoles o jueves tienen que jugar contra otro equipo con la misma problemática: no tener tiempo de asimilar la forma de juego en conjunto. Entonces el ganador, por lo normal, es el que tiene las mejores individualidades. El domingo, Italia, en su estadio Olímpico de Roma contra una selección de segundo nivel en Europa, tenía empatado su juego hasta el 70’. Vino un penal y un disparo fuera del área, las dos jugadas claves para conseguir el triunfo 2-0 se establecen por dos disparos fuera del área, uno lo detiene el rival con la mano, penal, y el otro, el jugador italiano se hace de un rebote, busca un espacio y dispara impecable al lado contrario del portero. Caso contrario el de Hungría, país que siempre está entre el primer y segundo nivel de Europa. Hoy no tiene grandes individualidades, carece por tiempo de entrenamiento de juego de conjunto, entonces sus partidos son complicados y los resultados no se les dan.

Lo de México y sus oponentes es lo mismo. Hoy en día, quizá quitando un poco a EU que viene en un programa de reestructura en el área, los otros países no tienen el nivel individual y colectivo para superar a México. Con jugadores jóvenes en su mayoría, apuntalados con cuatro o cinco de experiencia, México no tiene competencia en su área. Entonces, si la FIFA busca control y negocio del deporte, México, en su pequeño nicho, también lo hace. De esa forma y con ese pensar, NEGOCIO ANTES QUE SUPERACIÓN DEPORTIVA, el futbol está compitiendo en un mercado del espectáculo en desventaja, porque a la afición no se le está dando lo que piden y no se piensa en el gran mercado que hoy en día son los jóvenes y que tienen muchas alternativas para divertirse: hoy se prefiere ver un partido de futbol americano o playoff de béisbol, antes que un México vs Bermudas. En la pre del juego se habló más del supuesto despecho de los jugadores a dos aficionados, que del juego mismo, y en el juego, en las dos cadenas mexicanas y socias del evento, se habla de cualquier cosa, muy ajena a lo que acontece en el partido.

Al final, eso es lo que hay. Mis votos van a que la FIFA, más allá del control general que ejerce en todo el mundo, siga apoyando a los que menos posibilidades tienen para superarse y poder tener en esta noble disciplina una herramienta muy necesaria para encausar a sus jóvenes a un mejor crecimiento y alejarlos de cualquier actividad que no sume para sus países. Entonces, que unos y los otros sigan con el control y el negocio, pero que apoyen a los necesitados por la vía del juego del FUTBOL.