Economía, Política y Otros Pecadillos
Por Michel Chaín Carrillo

Economía

Señalar que la economía no camina, es hoy una obviedad. Es claro que, por más acuerdos que se hagan con el empresariado nacional, la desconfianza en el país continúa y las inversiones siguen sin concretarse.

La información oficial es clara y contundente, pues la inversión fija bruta, medida y reportada por el Inegi, cae mes con mes y, tan solo en julio de 2019, cayó -0.7% respecto a junio y -9.1%respecto a julio de 2018.

Asimismo, la percepción que se tiene del país también va en picada. El Índice Global de Competitividad 2019, elaborado y publicado por el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés y a cuya reunión anual el presidente López Obrador decidió no asistir), señala que la economía mexicana cayó dos lugares para ubicarse en el lugar 48 de 141 economías. Si bien el desempeño de la economía subió en muchos de los parámetros, los retrocesos en “crimen organizado”, “libertad de prensa” y “visión gubernamental a largo plazo” nos explican el retroceso de México en el Índice.

Política

Durante la campaña presidencial de 2018, Andrés Manuel López Obrador identificó tres temas sobre los cuales construyó su candidatura: la pacificación del país, el combate a la corrupción junto con los excesos de la “clase gobernante” y, como consecuencia de las dos primeras, un crecimiento económico más incluyente y superior al 2% que inicialmente se había registrado.

Hoy queda claro que la economía ha sido un fracaso en este 2019. Lejos de crecer por encima del 2% las perspectivas para el cierre del año se ubican en el rango del 0.2% al 0.5% y, dada la dependencia al comercio con los Estados Unidos y la perspectiva de que la economía americana crezca en 2020 a niveles menores a los de 2019, es una amenaza para que el próximo año sea muy complicado.

En cuanto al combate a la corrupción, los resultados son más cosméticos que otra cosa. Si bien se abrió Los Pinos (que no tiene ningún valor histórico) al público en general, se cerró Palacio Nacional (que sí lo tiene) para hacerlo la residencia oficial del presidente; el avión presidencial sigue sin venderse y costando por tenerlo estacionado en Estados Unidos; la Función Pública es sumamente selectiva y no procede contra los aliados de López Obrador, por más abrumadora que sea la evidencia.

En el caso de la pacificación del país, que es una de las demandas más sentidas en todo el país, el Gobierno nada más no ve la suya. En términos estadísticos, en los primeros 10 meses de la gestión del presidente López Obrador se tienen registrados 22 mil 126 homicidios; esta cifra supera por mucho los registrados en el mismo periodo de las gestiones de Calderón Hinojosa (7 mil 856) y Peña Nieto (13 mil 992).

A nivel de percepción, los eventos de la semana pasada en Michoacán, Guerrero y, con particular vehemencia, Sinaloa, presentaron un Gobierno de la República mal coordinado, sin capacidad de reacción ante los embates de los cárteles y que, finalmente, tuvo que “doblar las manos” frente a la delincuencia y acceder a liberar al hijo de “El Chapo” Guzmán.

Si bien hoy se pretende justificar al Gobierno señalando que con la liberación del Ovidio “El Chapito” Guzmán se salvaron vidas, habría que recordar que, de no haberse tratado de un operativo mal planeado y peor ejecutado que puso en riesgo la seguridad interna de la capital sinaloense, no tendría que haberse llegado a la disyuntiva de tener que liberarlo para evitar una masacre.

Y aún peor, el Gabinete de Seguridad se exhibió no sólo como inoperante, sino que también como mentiroso: el secretario Alfonso Durazo mintió, en cadena nacional, al señalar que los efectivos del Gobierno habían dado con Ovidio Guzmán por casualidad para que, posteriormente y desde Oaxaca, el Presidente López Obrador lo exhibiera al reconocer que sí se trató de un operativo malogrado que iba por Guzmán.

¿Qué pasó con el “no mentir y no engañar”? Hoy el país va mal y eso no le conviene a nadie. Si el presidente López Obrador fracasa en salvaguardad la seguridad pública e interna del país, perdemos todos; del mismo modo, si no se recupera la confianza de los inversionistas y la economía sigue sin crecer todos salimos perjudicados.

Somos millones de mexicanos que todos los días trabajamos por salir adelante y en favor de nuestro país. Queremos un Gobierno y un presidente que deje atrás pretextos y velos ideológicos y que se ponga a trabajar hombro con hombro con nosotros. Un Gobierno que nos regrese la esperanza de que, con trabajo y resultados, es posible un futuro mejor. Hay tiempo y hay voluntad: ¡por favor no falle, señor presidente!

Otros pecadillos

Este mes se dedica a recordar la importancia de la detección oportuna del cáncer de mama. No es un tema menor así que, señoras y señoritas, por favor no dejen de checarse.


Sus familias cuentan con ustedes.