Por: Redacción
Como parte del compromiso global que tiene la BUAP, este lunes inició el 9º Congreso Nacional y 1º Latino en Investigación en Cambio Climático, mismo que se transmite de manera virtual y simultánea en Venezuela, Guatemala y seis sedes de México.
La BUAP forma parte de las universidades mas importantes del país para ser una de las múltiples sedes en las que se desarrolló este evento.
Una de las interrogantes con las que dio inicio este evento y que lleva el nombre de “¿Aún estamos a tiempo?”, especialistas y la comunidad universitaria se plantean en dónde se encuentra situada la sociedad y si aún estamos en condiciones de poder reducir este problema.
Durante la presentación, Martínez Laguna, quien acudió en representación del rector Alfonso Esparza Ortiz, señaló que los especialistas indican que la humanidad enfrenta diversos procesos interrelacionados que provocarán que en 2050 el planeta se vuelva inhabitable, como la dinámica demográfica, que hará que el número de habitantes pase de 7 mil 600 millones de personas a 9 mil 600 millones, lo que elevará la presión sobre los recursos a un nivel sin precedentes.
“Otro aspecto fundamental es el energético, pues en los próximos 30 años prácticamente se habrán agotado las reservas de petróleo y dudosamente estaremos preparados para usar energías limpias y renovables. Otro factor es el agua, que previsiblemente causará guerras y provocará millones de muertos, seguido de una falta dramática de alimentos; y finalmente, el calentamiento global y los gases de efecto invernadero, que según la ONU aumentarán más del 10 por ciento en la próxima década, cuando lo que se necesita es reducirlos 45 por ciento en ese lapso”, aseveró.
Marco Antonio Mora Rodríguez, profesor investigador de la Facultad de Ciencias Químicas de la BUAP y coordinador regional del congreso, explicó que el objetivo es crear sinergias multidisciplinarias que coadyuven en la búsqueda de soluciones y formas de enfrentar el reto, actual y futuro del cambio climático.
Mora Rodríguez agregó que con dicho fenómeno habrá desertificación de ciertas áreas del país y Puebla no será la excepción, ya que se prevé haya un impacto negativo en sus zonas semiáridas, que actualmente presentan problemas de sequía, lo que podría agravar el problema a través de una crisis alimentaria que llevaría a una mayor marginación, por lo que en el Cuerpo Académico de Investigación en Biodiversidad, Alimentación y Cambio Climático del Instituto de Ciencias de la BUAP se analizan diversos escenarios para combatir el problema.
“Estudiamos la posibilidad de mejorar los rendimientos de cultivos mediante la agricultura de precisión, combinando mediciones y modelos de calidad del aire y el suelo. Se investiga también el uso de orina humana tratada como una alternativa para fertilizar cierto tipo de cultivos, que al mismo tiempo sea económicamente viable para las comunidades más vulnerables y que resuelve en cierta medida el problema de la escasez del agua”, dijo.